TIPOS Y BENEFICIOS
Repasamos de la mano de una farmacéutica los diversos tipos de vacunas que existen y sus principales beneficios, y descubrimos si en España es posible que te vacunen en la farmacia.
Las vacunas son productos biológicos destinadas a generar inmunidad contra una enfermedad infecciosa, estimulando la producción de anticuerpos. Las vacunas han salvado millones de vidas y han contribuido a la erradicación de enfermedades que antiguamente eran mortales.
La disponibilidad en las farmacias y centros de salud ha hecho que la vacunación sea, hoy en día, mucho más accesible para todos.
Las farmacias desempeñan un papel muy importante en la educación sanitaria. Tenemos la capacidad de informar a los pacientes sobre la importancia de la vacunación, enseñar los calendarios de vacunación y resolver dudas sobre posibles efectos secundarios. En las farmacias, disponemos de vacunas para todas las edades, tanto pediátricas como vacunas destinadas a adultos como la gripe o la neumonía.
Muchas de las vacunas que tenemos en el calendario ya están cubiertas por el Sistema de Seguridad Social y no es necesario adquirirlas en la farmacia como por ejemplo la Bexsero (para prevenir la meningitis B) o Rotateq (prevención del rotavirus), que hasta hace poco no estaban incluidas en la financiación.
Ya hay más de 14 países europeos en los que los farmacéuticos ya pueden vacunar a la población que lo requiera. De momento, en España aún no se ha aprobado y solo el personal sanitario de los centros de salud y hospitales puede hacerlo.
Las vacunas de virus vivos: Usan la forma del virus debilitada (o atenuada). La vacuna conocida como triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) y la vacuna contra la varicela.
Las vacunas inactivadas (muertas): Se hacen de una proteína u otros pequeños fragmentos tomados de un virus o bacteria. Por ejemplo, la vacuna contra la tos ferina.
Las vacunas toxoides: Son aquellas que contienen una toxina o químico producido por la bacteria o virus. Estas vacunas lo hacen inmune a los efectos dañinos de la infección, en lugar de a la infección en sí. Algunos ejemplos son las vacunas antidiftérica y antitetánica.
Las vacunas biosintéticas: Contienen substancias artificiales que son muy similares a los fragmentos de virus o bacterias. La vacuna contra la hepatitis B como ejemplo.
Las vacunas de ARNm: Contienen el código genético del virus para que el cuerpo lo pueda usar para crear anticuerpos y combatir el virus. Algunas vacunas contra el Covid-19 utilizan esta tecnología. Son muy rápidas de fabricar y muy seguras para los pacientes.
Vacunas para la alergia: Se trata de un tratamiento diseñado para reducir o eliminar la sensibilidad del sistema inmunológico a sustancias alérgenas específicas, se realizan de forma individualizada al paciente en concreto. Estas vacunas no previenen una enfermdad, como las vacunas tradicionales, sino que ayudan a disminuir la reacción alérgica en personas ya sensibilizadas.
El principal beneficio es salvar vidas: Se ha demostrado que la vacunación es la herramienta más efectiva para prevenir enfermedades infecciosas y es una de las medidas de salud pública que más vidas ha salvado. Y concretamente, podemos destacar los siguientes beneficios: