PEDIATRÍA
Una de las mayores preocupaciones de los padres y madres en otoño e invierno son los virus que se apoderan de nuestros hijos. ¿Hay algo que se pueda hacer para augmentar las defensas de los más pequeños? Todos los detalles de la mano de una pediatra, en este artículo.
Con el comienzo del colegio y sobre todo en otoño e invierno, la amenaza de los primeros resfriados y gripes en los más pequeños está llamando a nuestra puerta. Muchos padres preocupados, nos piden a los pediatras un remedio milagroso que augmente las defensas y evite que los niños se pongan enfermos.
Desgraciadamente, los pediatras no tenemos la fórmula mágica y no existen vitaminas o jarabes con evidencia científica que nos proteja de los dichosos virus. Sin embargo todavía hay algunas medidas para disminuir estas infecciones que se pueden llevar a cabo y que te cuento un poco más adelante.
La explicación a esta pregunta es muy sencilla. Los virus respiratorios se transmiten de forma directa a través de las secreciones respiratorias: tos, estornudos, contacto estrecho… pero además pueden persistir durante un tiempo en las superficies de mesas, sillas, juguetes…
Esto hace que los niños (principalmente menores de 2 años) entren en contacto continuo con estos gérmenes, además su inmunidad está menos desarrollada y cada contagio va a generar una respuesta inmunitaria más lenta que va a producir fiebre, mocos y tos durante más días que en un niño más mayor o un adulto.
Por lo tanto, no es raro que los niños más pequeños tengan entre 6 y 8 resfriados en un curso escolar encadenando un proceso con otro.
Si a esto le sumamos que en los colegios y escuelas infantiles se reúnen muchos niños en espacios pequeños y poco ventilados el contagio puede ser exponencial y continuo.
Sin embargo, los padres deben saber que esto es normal y forma parte del desarrollo de la inmunidad natural sin que suponga un problema de defensas o de falta de vitaminas en prácticamente ningún niño.
Como os he contado, los catarros en época escolar son habituales y esto no significa que los niños tengan problemas nutricionales o de inmunidad, de hecho es normal que los padres observen con el tiempo que sus hijos van cogiendo menos infecciones y éstas se solucionan antes.
Se pueden encontrar en las farmacias distintos remedios que prometen aumentar las defensas o evitar que los niños caigan enfermos pero ninguno ha demostrado científicamente su efectividad y desgraciadamente cada invierno los niños se siguen contagiando con la misma frecuencia.
Sin embargo, existen unas medidas higiénicas que sí han demostrado disminuir la frecuencia de contagios por estos virus en colegios y guarderias y que los que hemos vivido la pandemia Covid debemos seguir manteniendo y enseñando a los más pequeños.