Relaciones
Los lubricantes mejoran las relaciones sexuales, pero si no nos fijamos bien en sus componentes podrían estar afectando a nuestra salud sexual y reproductiva.
El uso del lubricante es algo muy habitual en nuestras relaciones sexuales. Ayuda a que aumente la lubricación natural, nos permite jugar y alargar el placer e incluso en algunos casos está recomendado médicamente para aliviar algún problema a la hora de mantener relaciones. Sin embargo, hay algo que no nos han dicho nunca: algunos lubricantes pueden estar afectando a nuestra esterilidad.
La ausencia de un ambiente húmedo en la vagina no es nada agradable para las mujeres. Por ello, es tan importante no centrarse simplemente en los genitales, sino atender a todo el cuerpo para que se vaya produciendo una buena lubricación. Esta sequedad tan molesta suele materializarse cuando el objetivo de las relaciones es el de quedarse embarazada y el sexo se convierte en un acto mecánico. Muchas parejas sufren durante este tiempo consecuencias físicas y psicológicas por la presión de concebir que no llega y se convierte en el fin último de cada encuentro erótico.
Muchas de esas parejas obtienen en los lubricantes una ayuda extra para hacer que sus relaciones fluyan mejor. Es más, hay lubricantes que prometen mejorar la movilidad de los espermatozoides y ayudar en la fecundación. Es indispensable mirar y valorar qué lubricante se compra ya que algunos contienen espermicida, lo cual sería ir en contra del objetivo que buscamos. Del mismo modo, hay que prestar atención a los componentes que tiene el lubricante para que no dañen el pH de la vagina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el valor óptimo del pH para que el espermatozoide tenga una buena movilidad es de entre 0,7 y 8,5. Similar al de la mucosidad cervical de las mujeres, que se hace más ácida en el momento de la ovulación.. Cuando sentimos sequedad y usamos lubricante no nos fijamos en este dato. Para que un lubricante no afecte negativamente a nuestra fertilidad su pH no debe bajar del 7, si no se produciría la destrucción de espermatozoides.
A este respecto, Zoraida Granados Palma, psicóloga y sexóloga de gabinete psicológico ConPasión, recuerda la importancia de conocer qué tipo de productos estamos usando y apunta a que no solo los lubricantes afectan a la modificación del pH, sino que “Las etapas de estrés, una dieta e hidratación deficientes, el hábito de vestir tangas y ropa ajustada, de tejidos sintéticos, el abuso de productos de higiene íntima perfumados o las duchas vaginales también desequilibran el pH vaginal”. Aconseja siempre usar lubricantes de base acuosa “Porque son hipoalergénicos” y evitar los de base oleosa.“Los lubricantes de base en aceite como la vaselina, alteran el pH vaginal y posibilitan que los gérmenes queden adheridos a las mucosas por más tiempo. Son facilitadores de posibles infecciones”.
Cómo elegir un lubricante apto para concebir
En lo primero que nos tenemos que fijar, según Granados, es en que “facilite la penetración y aumente la lubricación”. Lo que no debe contener un lubricante para que no interfiera en la fertilidad es en que “Aumenten la lubricación tanto que lo que realmente hagan es dificultar, incomodar o entorpecer las prácticas sexuales deseadas”.
Evitar “Componentes o aditivos químicos o colorantes que puedan crear reacciones adversas como alergias, una intensidad muy elevada que cree malestar o incomodidad, por ejemplo: en efectos calor/frío o anestesia” Además de ser contraproducente, podemos obtener como resultado de esos efectos “Picor, escozor, insensibilidad, adormecimiento, erupción...” entre otras reacciones. “Debemos leer siempre las etiquetas de la composición o prospecto informativo así como buscar los componentes más naturales posibles. Algunos contienen BPA, químicos potencialmente disruptores hormonales que pueden migrar del envase al producto que porta y puede ser absorbido por la vagina”. También hay que evitar los “parabenos y ftalatos que, aunque no están contraindicados porque están presentes en multitud de productos cosméticos y de puericultura, pueden provocar irritación genital y vaginal, alterar el equilibrio hormonal e incluso modificar el pH vaginal, lo que puede dar lugar a infecciones” añade la psicosexóloga.
Pasos para elegir bien el lubricante vaginal
La primera recomendación que nos da la experta es acudir a un establecimiento con profesionales formados que nos puedan asesorar. “Conocer si nosotros o nuestra pareja sexual tiene alergias específicas a alimentos, no le gusta ciertos olores o sabores o sensaciones, por ejemplo, el hormigueo. Para eso, se recomienda que busquemos los ingredientes que lo componen y que sean lo más naturales posibles, como por ejemplo el aloe vera”, añade.
Nos alienta a probarlo sobre la mano. No nos debemos reprimir las ganas de tocarlo y probarlo, además de “Conocer los componentes que lo forman, cómo se debe utilizar preferentemente, cantidad a emplear, condiciones de conservación y fecha de caducidad”.
Aunque a veces nos de vergüenza, es importante hablar con el profesional sobre qué uso le vamos a dar y en qué practicas para que nos diriga al producto más adecuado.
Condones y otros productos con lubricantes también pueden ser dañinos
¿Sabías que el lubricante que incorporan a los preservativos también puede afectar a tu esterilidad? Cuando buscamos un embarazo dejamos de usar estos productos, pero haberlos utilizado durante tiempo también ha repercutido en nuestra salud reproductora. Esto es lo que demuestran unos estudios realizados en 1996 en Estados Unidos y que ahora se ponen en entredicho. La experta nos saca de dudas y nos aclara que “Pueden ser perjudiciales si no realizan su función de lubricar, crean dificultades, molestias o alergias”.
“En los preservativos masculinos que incluyen lubricantes en su presentación, la principal dificultad reside en el desconocimiento de los elementos que componen dichos lubricantes, por lo que las posibilidades de alergias, infecciones o malestar durante y después de su suso pueden ser variadas, desconocidas e incluso de efectos a medio o a corto plazo, como por ejemplo, hipersensibilidad, insensibilidad, adormecimiento, escozor, hinchazón, dificultad para llegar o mantener la erección, infección pero también herida, rozadura o lesión en el glande”. Hacemos un pequeño estudio de campo y efectivamente, en las cajas de los preservativos externos, los condones, prometen esa lubricación, pero no detallan la composición.
Por lo tanto, podemos decir que “No es que sea perjudicial el uso de preservativos con lubricantes, es que no tenemos información al respecto de sus componentes que afecten a las situaciones de personas o parejas que desean concebir porque pueden contener espermicidas”.
Cómo saber si el lubricante que uso afecta a mi fertilidad
En resumen, el quid de la cuestión está en conocer qué pH tiene el lubricante vaginal que estamos usando y si está interfiriendo en el de la vagina, así como en la recepción de espermatozoides.
La mejor opción es usar lubricantes de base acuosa y respetuosos con el cuerpo. Los ingredientes naturales deberán estar presentes. Para ello tenemos que informarnos, preguntar y saber qué contiene el lubricante vaginal que vamos a utilizar.
Los lubricantes vaginales no son perjudiciales en principio, pero sí hay que prestar atención a su composición. Por otro lado, estudios realizados en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU.) en el cual seleccionaron un grupo de 275 mujeres de edades comprendidas entre 30 y 44 años sin historial de infertilidad tuvieron como resultado que las participantes, divididas entre el uso continuado y ocasional de lubricante y otras sin aplicarlo, obtuvieron éxitos similares en la búsqueda de la fecundación.
Es importante señalar que el lubricante es una herramienta para hacer más placentero el sexo y que proporciona un bienestar que va más allá de lo puramente físico. Está recomendado para estimular, probar nuevas prácticas y disfrutar de los encuentro de otra manera.