CRECIMIENTO
La pubertad es la aparición de los caracteres sexuales secundarios debido a cambios hormonales que marca el período final del crecimiento y la madurez psicosocial y reproductiva. Es una etapa de transición en la infancia y la edad adulta.
La pubertad precoz (o la aparición de estos cambios a edades muy tempranas) son causa de preocupación para los padres y motivo frecuente de consulta en pediatría.
En este artículo vamos a intentar aclarar unos cuantos conceptos en torno a la pubertad y sus variantes, que nos pueden ayudar a saber cuándo preocuparnos.
La pubertad en niñas
En niñas, el primer signo de cambio puberal es la aparición del botón mamario. Se refiere a la aparición de una pequeña glándula (del tamaño de una lenteja o un garbanzo) por debajo del pezón.
Este cambio marca el inicio de la pubertad que prepara el cuerpo de las niñas, tanto a nivel interno como externo para la menarquia (primera menstruación) que sucederá, en condiciones normales, alrededor de 2 años después de la aparición de ese botón mamario.
Durante estos dos años se producirá un aumento de la velocidad de crecimiento que se frenará en el momento del primer ciclo menstrual. La aparición media de este botón mamario se sitúa en torno a los 10 años.
La pubertad en niños
En los niños, el primer cambio se produce con el aumento del tamaño testicular. Se acompaña casi al mismo tiempo del aumento del tamaño y longitud del pene. La aparición media de este cambio en los niños se sitúa de los 12 a los 14 años.
El problema principal del adelanto en la pubertad es el crecimiento óseo acelerado que se detiene en una edad anterior a la habitual, por lo que aunque ese niño adelante precozmente en el crecimiento a sus compañeros posteriormente dejará de crecer antes que ellos condicionando una talla baja.
¿Qué es la pubertad precoz?
Se define pubertad precoz como la aparición de estos cambio físicos antes de los 8 años en niñas y por debajo de los 9 años en niños. En estos casos siempre se debe consultar con el pediatra para descartar causas orgánicas de ese inicio temprano de la pubertad que podrían afectar tanto al desarrollo reproductivo como al crecimiento final de esos niños.
La pubertad adelantada se inicia a los 8-9 años en niñas y entre los 9-10 años en niños. En estos casos el desarrollo llega dentro de lo normal, pero ligeramente adelantado respecto a la media y esto podría provocar problemas adaptativos o reducir ligeramente la talla final.
Esta situación es más frecuente en los últimos años debido a factores genéticos, la obesidad infantil, la población inmigrante o la posible influencia de factores disruptores endocrinos (bisfenol A, pesticidas…).
En cualquier caso, también se debe consultar si aparecen antes de los 8 años en niñas y 9 años en niños.
Pruebas para detectar pubertad precoz
En el estudio de la pubertad precoz se suelen realizar varias pruebas médicas para determinar si existe alguna enfermedad de base o se trata de un trastorno fisiológico:
Según el caso y las pruebas, el especialista en endocrinología infantil determinará si es necesario un tratamiento "bloqueador" hormonal para intentar frenar la producción de hormonas sexuales causantes de pubertad y así retrasar la edad de desarrollo y el final del crecimiento
No es lo mismo pubertad precoz que la adrenarquia precoz
Hay que distinguir pubertad precoz de adrenarquia precoz, que se refiere a cambios corporales relacionados con hormonas androgénicas (diferentes a las de la pubertad): acné, vello púbico o axilar, cambio de olor corporal... que pueden aparecer en el contexto de una pubertad precoz o de forma aislada y deberse a otro tipo de patología hormonal.
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