GUSTOS PERSONALES
¿El estilo de música que escuchas puede desvelar tu inteligencia? ¿Puede desvelar lo trabajador que eres o tu estabilidad emocional? ¿Dice algo sobre la empatía? Descubre lo que dice la música de ti, en este artículo.
La música es una gran reguladora del estado de ánimo, ya que alivia nuestras emociones al escucharla. Existen distintos estilos musicales y normalmente tenemos preferencia por uno u otro, aunque también nos guste la variedad.
Las personas que son muy fieles a un estilo musical concreto suelen ser personas que se encuentran entre los 14 y 26 años porque se trata de una época en la vida en la que buscamos sentirnos identificados con lo que nos rodea para formar nuestra personalidad.
Existen distintos estudios que han buscado averiguar el tipo de personalidad que tienen las personas según sus preferencias musicales. A continuación, se recopilan algunas de las características encontradas, aunque obviamente puede diferir mucho en una persona u otra y puedes no identificarte con estos rasgos:
Los estilos de música que a veces se asocian a una imagen específica pueden engañar. Por ejemplo: las personas a las que les gusta el rock aparentan dureza o incluso agresividad vestidos de negro o con pinchos, sin embargo, son muy amables y tienden a la introspección. Lo mismo sucede con la música clásica, ya que los que adoran este tipo de música tienden a aparentar socialmente como más cultos o inteligentes, sin embargo, en los resultados de los estudios recogidos los que tienen mayor cociente intelectual son los que prefieren la música blues, jazz o soul.
Por otro lado, sería muy interesante realizar un estudio actualizado con la música más escuchada por los jóvenes, como, por ejemplo el reggaetón, o incluir música latina como la salsa. Aunque teniendo en cuenta las características musicales de estos géneros, lo más probable es que se pueda incluir en la categoría pop.
Para finalizar, es interesante también tener en cuenta que el estilo de música preferente en otras personas puede enriquecernos mucho. Es decir, pasar tiempo con personas que tienen gustos musicales diferentes a nosotros puede potenciar nuestra apertura mental.