ACCESO A LA TECNOLOGÍA

Una profesora explica cómo limitar el uso de las pantallas con la técnica 3-6-9-12

El debate sobre a qué edad deben tener los niños su primer móvil está, actualmente, a la orden del día en muchas familias y escuelas. El uso de la tecnología en edades tempranas debe ser limitado y con supervisión de los adultos.

Niños con dispositivos electrónicosPexels

En el mundo actual, la tecnología forma parte de nuestras vidas, y es natural que nuestros hijos se sientan atraídos por ella. Sin embargo, es crucial encontrar un equilibrio saludable para que su desarrollo no se vea afectado. Aquí es donde entra en juego la regla 3-6-9-12, una guía simple y muy efectiva para el uso de la tecnología en los niños.

A continuación, vamos a desglosar esta regla y a explorar juntos estrategias prácticas y beneficios claros para aplicarla.

¿Qué es la regla 3-6-9-12?

La regla 3-6-9-12 es una herramienta diseñada para ayudar a los padres a manejar el tiempo y el tipo de acceso tecnológico de sus hijos, según su edad:

  • 3 años: Sin acceso a dispositivos electrónicos
  • 6 años: Sin acceso a dispositivos electrónicos propios
  • 9 años: Uso limitado de dispositivos bajo estricta supervisión
  • 12 años: Introducción gradual a la autonomía tecnológica con reglas claras y responsabilidad
Niña jugando con bloques de construcción | Pexels

Estrategias para implementar la regla 3-6-9-12

  • Para niños menores de 3 años: Sin dispositivos electrónicos

A esta edad, los niños no necesitan ningún dispositivo electrónico. En lugar de eso, fomenta actividades que estimulen su desarrollo cognitivo y físico.

- Estrategia: Jugar y explorar. Proporcionemos juguetes educativos, libros y actividades al aire libre. A esta edad, es fundamental el desarrollo a través de los juegos físicos y la interacción con el entorno.

- Ejemplo: Vamos a jugar con los bloques de construcción y luego leer un cuento juntos.

  • Para niños de 3 a 6 años: Sin dispositivos propios

A esta edad, los niños no necesitan tener sus propios dispositivos electrónicos. Si deben usar la tecnología, asegurémonos de que sea por un tiempo muy limitado y con contenido educativo.

- Estrategia: Horarios y contenido adecuado. Establece un horario diario para el uso de dispositivos y selecciona aplicaciones y programas educativos que apoyen su aprendizaje.

- Ejemplo: Puedes ver un episodio de tu programa educativo favorito después de la merienda, pero solo por 30 minutos.

  • Para niños de 6 a 9 años: Uso limitado y supervisado

A partir de los 6 años, los niños pueden empezar a tener un contacto limitado con la tecnología, siempre bajo la supervisión de un adulto.

- Estrategia: Actividades variadas. Podemos establecer un horario diario para el uso de dispositivos y selecciona aplicaciones y programas educativos que apoyen el aprendizaje.

- Ejemplo: Puedes jugar con la tablet durante 30 minutos después de terminar tus deberes, pero solo con aplicaciones educativas.

Niña con un móvil | Pexels
  • Para niños de 9 a 12 años: Introducción a la autonomía con reglas claras

Entre los 9 y los 12 años, los niños pueden empezar a usar la tecnología de manera más autónoma, pero bajo reglas estrictas.

- Estrategia: Enseñar responsabilidad. Hablar con nuestros hijos sobre los peligros de internet y establecer reglas para un uso saludable, así como una supervisión oportuna de su actividad en línea.

- Ejemplo: Puedes usar internet para investigar sobre tu proyecto de ciencias, pero recuerda que no está permitido hablar con desconocidos y solo puedes entrar a las aplicaciones que ya hemos acordado.

  • A partir de los 12 años: Autonomía progresiva con responsabilidad

A los 12 años, es hora de que los niños empiecen a tener más libertad, pero con responsabilidad.

- Estrategia: Comunicación abierta. Mantengamos una conversación abierta sobre los usos responsables de la tecnología, privacidad y la importancia de equilibrar su tiempo en línea y fuera de línea.

- Ejemplo: Confío en que puedes controlar tu tiempo en línea, pero siempre hablaremos sobre lo que haces y veremos que sigas las reglas.

La regla 3-6-9-12 no solo ayuda a verificar el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas, sino que también fomenta un desarrollo equilibrado y saludable.

Aplicar las estrategias puede ser un desafío como padres, pero los beneficios a largo plazo valen la pena.