BUENA RELACIÓN

¿Problemas con tus hijos? Cómo hacer para que los hermanos se lleven bien y no se peleen

Las peleas y envidias entre hermanos suelen preocupar mucho a los padres. Es importante fomentar desde pequeños una relación saludable, alejada de la competición y la comparación.

Cómo hacer que los hermanos se lleven bien: 4 consejos para evitar las peleasPexels

Los padres queremos que nuestros hijos se lleven bien desde pequeños, que tengan una relación cercana y positiva para que aprendan a resolver conflictos y a trabajar en equipo.

Fomentar esta relación positiva entre hermanos desde temprana edad tiene grandes beneficios y los padres somos, en buena parte, responsables de ello.

Por qué hay que fomentar la buena relación entre hermanos

Los hermanos suelen ser compañeros de vida, al crecer juntos y compartir experiencias desde temprana edad. Si los padres fomentamos la buena relación, se suele desarrollar un vínculo emocional profundo.

Pueden ser confidentes y amigos en diferentes etapas de la vida y al mismo tiempo desarrollarán empatía y comprensión hacia ellos y hacia los demás, debido a su crianza en el mismo entorno familiar.

Los hermanos generan recuerdos similares, comparten valores y tradiciones. Por todo ello, debería fomentarse en la crianza la comunicación y conexión profunda entre ellos.

Cómo fomentar la buena relación entre hermanos

1. Haz que se respeten y admiren

Este punto puede ser un desafío cuando vemos dificultades en las relaciones entre nuestros hijos. Sin embargo, es imprescindible saber trasladarles la importancia del respeto mutuo.

Deben de saber que, aunque es muy probable que tengan diferencias, deben tratarse con amabilidad y consideración. Sin duda, esto dependerá en gran medida del ejemplo que pongamos como padres en casa.

Lo podemos conseguir instaurando actividades o tradiciones familiares en las, a modo de juego y diversión, se reconozcan las cualidades, virtudes o esfuerzos de los miembros de la familia y especialmente de los hermanos.

2. Promueve la igualdad y la equidad

Debemos asegurarnos de tratar a los hijos de manera justa y equitativa, evitando favorecer a uno sobre los demás. Este punto es clave, puesto que requiere de nuestro tiempo, paciencia y esfuerzo continuo.

Algunas estrategias muy necesarias en este punto son las siguientes:

- Evitar estereotipos de género: Evitemos asignar roles estereotipados o expectativas diferentes basadas en el género. Es decir, si vamos a asignar encargos o responsabilidades dentro del hogar, tendremos que ser justos y equitativos, independientemente de si son niños o niñas.

- Proporcionar oportunidades iguales: Brindemos a nuestros hijos oportunidades similares en las diferentes áreas como educación, deportes, arte, hobbies, etc. sin hacer diferencias entre ellos, capacitándolos por igual.

3. Fomentar tareas y proyectos colaborativos

Que puedan trabajar juntos, compartir responsabilidades y valorar los aportes que cada uno brinda son herramientas que desde temprana edad les ayudarán a sentirse valorados y a identificar la importancia de la participación colectiva.

Algunas actividades que pueden intentar de manera conjunta en casa son las siguientes:

- Crear un proyecto de arte

- Realizar un proyecto de servicio comunitario

- Hacer un álbum o pared de recuerdos familiares

4. Facilitar espacios individuales y escucha activa

Reconocer y respetar la necesidad de cada hermano también es vital. Cada uno debe tener su propio espacio y tiempo individual con mamá y papá. Aunque parezca lo contrario, lo cierto es que este tiempo de calidad a solas con cada uno también ayudará a lograr una buena relación y la cooperación entre hermanos.

Escucharlos de forma activa y personalizada los ayudará a fomentar la confianza y la comunicación abierta y promoverá la validación de sus emociones. Escuchar activamente a nuestros hijos les hace sentirse y saberse comprendidos y aceptados, incluso cuando estén experimentando emociones difíciles.

Por todo ello, concluimos que fomentar una relación positiva entre hermanos requiere de tiempo, paciencia y esfuerzo continuo. Como padres, jugamos un papel fundamental en modelar y promover la colaboración y el apoyo mutuo entre los hijos.