Y así, tus vecinos, ni se enteran

10 posturas de sexo silencioso para pasar desapercibidos

El sexo puede poner a prueba tus cuerdas vocales, aunque sólo sea para demostrarle a tu pareja que lo estás pasando en grande. Sin embargo, ese tipo de encuentros excesivamente dramáticos y en ocasiones muy poco realistas resultan poco prácticos si tienes compañeros de piso o vecinos tiquismiquis. Aquí es donde entra en juego el ‘coito silencioso’.

Puede que al principio te resulte incómodo eso de hacerlo sin música, sin hablar y sin gemir. Pero cuando le cojas el punto te parecerá realmente increíble y una de las mejores formas de conectar con tu pareja. El sexo en silencio es especialmente sensual y excitante porque entran en juego el contacto visual, el lenguaje corporal y las señales físicas que ayudan a comunicar lo que queremos y lo que nos gusta. Es un vínculo, un pequeño tabú, una travesura que sólo compartes con tu pareja.

Y es más fácil de lo que crees. Tener relaciones sexuales en silencio es sencillo, siempre y cuando elijas posiciones que eviten empujar o rebotar con demasiada fuerza. Estas son las mejores posturas sexuales para alcanzar el máximo placer al mínimo volumen.

El cuchareo

Túmbate de lado y dale la espalda a tu compañero. Inclina la rodilla hacia arriba para crear una abertura cómoda para que tu pareja haga lo que tiene que hacer desde atrás. Esta postura deja libres las manos de tu chico para jugar con tus zonas erógenas, ya sea el cuello, los senos o el clítoris, o todo a la vez si entra en modo pulpo. También puedes usar tu mano para acariciarte tú misma, lo que sin lugar a dudas os encenderá a ambos.

El hombre cansado

A veces que el hombre pierda un poco de fuerza no es tan malo, sobre todo si es para que tú ganes en placer. Pídele a tu compañero que se siente con la espalda pegada a la pared o a la cabecera de la cama con las piernas estiradas. Súbete a horcajadas sobre sus piernas y baja muy lentamente, manteniendo los pies planos sobre el colchón. Con este movimiento arriba y abajo el empuje es mínimo, y el contacto visual aumenta.

La vaquera

Esta ya te la sabes. Él se tumba boca arriba y tú te montas sobre sus piernas como una auténtica cowgirl. Esta postura implica un movimiento lento y oscilante con un punto de apoyo en su pecho que puede ayudarte a frenar cuando sea necesario. Es una excelente posición para activar el contacto visual y para que su pareja tenga acceso libre a tu clítoris y tus senos.

La cuchara cara a cara

Empieza en la posición de misionero y desde ahí rueda hacia el lado usando los brazos para aguantar la parte superior del cuerpo. Esta postura tiene que ver con el empuje lento y suave, que siempre es más silencioso que el rápido y duro, y también más íntimo. Con las caras tan cerca una de la otra, la conexión entre vosotros será más profunda y os permitirá dar rienda suelta a los besos y las caricias en el cuello y las orejas.

El perrito slow

Des-pa-ci-to. Haz que tu amante se quede de pie mientras apoya las manos y las rodillas en el borde de la cama. Esto le permitirá controlar el balanceo de la cama manteniéndose firme en el suelo y empujando lentamente desde atrás. La postura del perrito tranquilo funciona porque toca todos los puntos de placer gracias a una penetración profunda con el ángulo ideal para la estimulación del punto G.

Silencio | iStock

En cuclillas

Mientras tu chico se arrodilla, tú te subes a horcajadas sobre la parte superior de sus rodillas usando los hombros para mantener el equilibrio. Aquí no hay empuje intenso, así que no hay problema de hacer ruido. Es una postura que añade un plus de intimidad ya que favorece que tu pareja te susurre palabras sucias a tu oído. Sólo tú lo escucharás.

Ciudadano ilustre

Empezad de pie, uno frente al otro. Después engánchate con las piernas alrededor del cuerpo de tu pareja mientras este te sostiene con los brazos. Es una postura difícil pero tremenda sexy (y silenciosa). Si aceptas el desafío de la fuerza y el equilibrio que requiere, la recompensa será realmente grande. Puedes usar la pared como soporte para una penetración más profunda.

Face to face

Tu compañero permanece sentado mientras tú te sientas en su regazo, cara a cara.

Ruido mínimo, máxima fricción. Además, tu pareja puede profundizar a la vez que tu clítoris se estimula solito con el contacto de su estómago. Todo ventajas.

El misionero

Parece evidente, pero la postura del misionero sigue siendo la mejor para hacerlo en silencio. Ya sabes cómo se hace, no te lo vamos a explicar ahora. Lo que quizás no sepas es que el hecho de estar tan cerca el uno del otro os permitirá taparos la boca en el caso de que uno de los dos empiece a gemir demasiado fuerte.

El Om

Mientras él se sienta con las piernas cruzadas en posición de meditación, tú te pones encima y le envuelves con las piernas, aprovechando para juntarte bien hacia adentro y oscilar de un lado a otro para sentir más. Miraros a los ojos cuando lleguéis al clímax. No necesitaréis decir ni una palabra.

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