Los peligros de la red
La inmensa mayoría de los jóvenes españoles admite haber empezado a consumir pornografía antes de los 12 años.
La cantante Billie Eillish confesó hace poco en ‘The Howard Stern Show’ que fue adicta a la pornografía con 11 años. “Creo que destruyó mi cerebro”, declaró. En España, la inmensa mayoría de los adolescentes admite que empezó a ver pornografía antes de los 12 años y el 68% admite consumirla “de forma más o menos frecuente”, según revela un informe reciente de Save The Children.
La pornografía existe y está al alcance de cualquiera: podemos acceder a ella con un simple clic. ¿Es posible evitar que nuestros hijos la vean? Existen herramientas y filtros muy útiles para proteger a los menores de contenidos inadecuados en la red, sin embargo, es una quimera pensar que podremos evitarlo a largo plazo.
Educación sexual para contrarrestar los estereotipos del porno
El consumo de pornografía puede llegar a tener graves consecuencias para nuestros hijos. Lo resume muy bien la psicóloga especializada en sexualidad y adolescencia, Eli Soler: “Si no educas sexualmente a tus hijos, quién lo hace es el porno”. En algunos casos, puede afectar a su manera de relacionarse e incluso convertirse en una adicción, que habitualmente se sufre en silencio y de la que no es fácil salir.
La psicóloga, @elisolerweb en Instagram y autora del libro ‘Convivir con un adolescente es fácil: ¡Si sabes cómo!’, pone el foco en la educación sexual, clave para evitar que el consumo de pornografía derive en conductas de riesgo y nocivas. “La prevención reside en educar el tema antes de que sean activos, depende de la madurez en cada chico o chica”, expone en la red social.
Una de las ideas clave que conviene explicar a los adolescentes es que la pornografía no es real, como ocurre con cualquier película o serie, y los modelos de sexualidad que se muestran muchas veces están basados en actitudes y comportamientos machistas que denigran y violentan a las mujeres.
“El peligro no es que vean pornografía, sino que su deseo sexual se esté construyendo sobre unos cimientos irreales, violentos y desiguales propios de la ficción”, resalta el informe '(Des)información sexual: pornografía y adolescencia' de Save The Children.
¿Cómo tengo que actuar?
Para prevenir estas situaciones, la Fundación ANAR, dedicada a ayudar a los niños y adolescentes en riesgo, propone algunos consejos que nos pueden ser de mucha utilidad para afrontar este tema con nuestros hijos.
Hablar sin tapujos y romper tabúes
Una recomendación fundamental es no cerrarse y hablar abiertamente sobre sexualidad en nuestro entorno familiar para que no se convierta en un tema tabú. Hablar con tus hijos sobre sexo con naturalidad y mostrarte accesible ayudará a que pueda acudir a ti ante cualquier problema o duda, también en referencia a la sexualidad.
En este sentido, la fundación explica que es importante transmitir y subrayar la idea de que la mujer no es un objeto. El mundo del porno muchas veces violenta y degrada la imagen de la mujer, reduciéndola a un mero objeto para satisfacer al hombre, por eso es importante explicar que tanto mujeres como hombres merecen ser tratados con el mismo respeto.
Control sobre el uso del móvil y de internet
Por otra parte, ANAR incide en la necesidad de explicar a nuestros hijos que el uso del móvil en menores de edad no es privado, ya que los padres son responsables ante la ley de cómo utilizan el móvil. A partir de aquí, una de las recomendaciones es pactar el uso del smartphone u otros dispositivos con nuestros hijos, tanto en tiempo como en días concretos.
En esta línea, una buena opción puede ser limitar el wifi de casa, acordar su uso y restringirlo a lugares comunes del hogar para evitar que nuestros hijos se encierren en su habitación y accedan a contenidos perjudiciales para ellos. Igualmente, descargar filtros de control parental para asegurarte que no puedan entrar a páginas web inadecuadas para ellos.
Advertir de los riesgos
El acceso a la pornografía en internet es fácil y rápido, e incluso puede llegar a ser accidental. Por eso conviene avisar a nuestros hijos de que pueden toparse con este tipo de contenido en la red aunque no lo estén buscando. A todo nos ha pasado. Así, es importante hablar con ellos para que tengan cuidado con los enlaces sospechosos, que pueden llevarles a contenidos pornográficos e incluso a páginas que fomenten el abuso y la explotación sexual.
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