PODRÍAN ESTROPEARSE MUTUAMENTE
Aunque sean dos alimentos muy populares en todas las cocinas, guardarlas en el mismo sitio no favorece ni a nuestra salud ni a su correcta conservación. Si no tenemos cuidado, podemos echar a perder multitud de hortalizas.
Las patatas y las cebollas se complementan muy bien en multitud de platos. Además, suelen contar con el mismo tiempo de durabilidad, por lo que es muy común guardarlas en el mismo lugar. No obstante, no es la práctica más correcta, ya que una de las dos hortalizas está perjudicando a la otra.
El etileno es un gas que desprenden las verduras y frutas cuando maduran. Esta sustancia provoca cambios en su tonalidad y en su textura, además de otorgarles su sabor característico. Gracias a esta sustancia, los alimentos crecen de forma natural.
Sin embargo, el aumento de etileno pone en riesgo a algunas hortalizas. Ciertos alimentos como la cebolla producen mayor cantidad de etileno. Esto puede suponer un problema para las frutas o verduras que estén cerca. Al aumentar la creación de esta sustancia, todo alimento que permanezca en contacto puede acelerar su ritmo de maduración, además de estropearse antes de tiempo.
Cuando una cebolla entra en contacto con una patata, es probable que esta última desarrolle moho o termine por pudrirse. El etileno deteriora la hortaliza y tendremos que deshacernos de ella. Además, también puede ocurrir al revés y ser el tubérculo quien dañe a la cebolla por permanecer juntas en mal estado. Por este motivo no es recomendable guardar estos dos alimentos juntos, puesto que se pueden estropear mutuamente.
Cómo deberíamos guardar las patatas y las cebollas
Ahora que ya sabemos que estos dos alimentos tienen que conservarse por separado, ¿cuál es el lugar más idóneo para guardarlos?
La cebolla se debe conservar en la nevera, alejada de otros alimentos que puedan desprender un exceso de etileno, como las manzanas o los aguacates. Los frigoríficos tienen unos cajones especiales para guardar las verduras, ya que es una zona del electrodoméstico donde se genera poca humedad, idóneo para esta hortaliza.
Aun así, coloca las cebollas por separado, ya sea en un cajón aparte o envueltas en papel de cocina. Si no contamos con suficiente espacio en la zona de la nevera con poca humedad, guardarlas en un lugar seco y oscuro también es una buena opción.
En cambio, el sitio más recomendable para situar las patatas es en un lugar a temperatura ambiente, en bolsas de tela o rejilla. No se deben conservar en plástico, ya que no permite la transpiración y se estropean antes de tiempo. Además, si hemos pelado demasiadas patatas se pueden conservar, durante un corto periodo de tiempo, en la nevera.
No debemos retirar solo las partes estropeadas
Si se da el caso de que se pudre alguna parte de la hortaliza, no debemos cortar únicamente la zona mala. En muchas ocasiones, cuando una cebolla está en mal estado tendemos a retirar solo la capa que ha sufrido daños. Sin embargo, es una práctica que no deberíamos realizar, ya que los filamentos del micelio de los hongos pueden penetrar en el resto de la hortaliza. Aunque solo veamos una parte estropeada, es posible que toda la pieza se encuentre contaminada.
Ocurre la misma situación con las patatas. Cuando nos encontramos con una patata que tiene un trozo verde solemos cortarlo, pero debemos tener cuidado también con el resto del tubérculo.
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