MUY PELIGROSO
Es habitual que los niños pequeños ingieran objetos no comestibles, una práctica muy peligrosa por riesgo de atragantamiento, asfixia o perforación.
Uno de los motivos de consulta más frecuentes en urgencias es la ingesta accidental de objetos no comestibles por parte de los más pequeños de la casa.
Se trata de objetos cotidianos del día a día muy accesibles para los niños en cuanto sus padres se despistan unos minutos (monedas, pilas…).
En la mayor parte de ocasiones, los cuidadores del menor deben consultar ante una ingesta presenciada o sospechada.
La mayoría de estos niños estarán asintomáticos o habrán tenido síntomas transitorios en el momento de la ingesta.
La mayor parte de las veces, estos cuerpos extraños atraviesan el tubo digestivo de forma espontánea, pero en algunas ocasiones (del 10-20%) requieren de extracción mediante una endoscopia y, en muy contadas ocasiones (menos del 1%), requieren de intervención quirúrgica.
Cómo saber si mi hijo se ha tragado algo
Los síntomas que nos hacen sospechar que un cuerpo extraño está obstruyendo el tubo digestivo y por lo tanto requiere su extracción, dependen de la localización del mismo:
Síntomas de tener un objeto en el esófago (parte alta del tubo digestivo)
Síntomas de tener un objeto en el estómago
Principalmente, existe una obstrucción para el vaciamiento gástrico: vómitos o rechazo de la ingesta.
Síntomas de tener un objeto en el intestino
En el caso de presenciar la ingesta de un cuerpo extraño, sobre todo si presenta los síntomas anteriores, se debe acudir a urgencias. Es muy útil aportar una muestra del objeto ingerido (si hubiera más de uno) que pueda arrojar más información acerca del tamaño y la composición.
Si el cuerpo extraño presenta algún componente metálico se puede localizar fácilmente mediante una radiografía (monedas, pilas, imanes…).
Por el contrario, si el objeto es de plástico o madera no será tan fácil de localizar y nos tendremos que guiar por los síntomas que presente el niño.
Objetos peligrosos más comunes que se tragan los niños
Los objetos más frecuentemente ingeridos por los niños y que suponen un mayor peligro son:
Una vez la moneda pasa al estómago, no precisa de extracción puesto que en la mayoría de ocasiones atraviesa todo el tubo digestivo hasta su expulsión en las heces en unos pocos días.
Si tras 2 semanas, la moneda no ha sido visualizada en heces se debe repetir radiografía para comprobar su localización.
Si se encuentran en estómago o intestino y el niño está asintomático se pueden hacer radiologías seriadas para comprobar el paso del objeto. Si no se moviliza durante 4 días estaría indicada la extracción.
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