BUEN ANFITRIÓN
En Navidad, las comidas familiares se convierten en momentos de lo más especiales que debemos cuidar hasta el último detalle. Si este año te ha tocado ser la anfitriona, la comida que vas a servir no es en lo único que debes pensar: la mesa es igual de importante.
¿Alguna vez has soñado con presentar tu mesa navideña igual que en las clásicas películas de Navidad? Pues debes saber que, aunque parezca algo de lo más laborioso, es más sencillo de lo que imaginas, ya que lo importante es ser detallista y, sobre todo, buscar la funcionalidad y la practicidad.
Sabemos que la vajilla, la cubertería y las copas son fundamentales pero, si solo piensas en lo más básico, es probable que te estés olvidando de otros elementos igual de imprescindibles. Para evitar que llegue el día y durante la cena te des cuenta de que te has dejado la mitad de las cosas, te traemos una guía con todo lo que necesitas para que tus invitados se sientan como en casa.
Qué poner en la mesa de Navidad
Salvamanteles o bajoplatos
La vajilla que debemos poner es crucial. Eligiendo combinaciones en tonos blancos o crudos acertamos, gracias a la elegancia que aportan, aunque también podemos decantarnos por vajillas con colores y decoraciones navideñas. Si optas por el minimalismo, es probable que a tu mesa le falte algo de vida. Una buena opción es poner bajoplatos que combinen con tu vajilla o salvamanteles individuales que le den ese toque cuco y cuidado.
Salsera de cerámica
Es muy común que muchas de las elaboraciones que has pensado vayan acompañadas de salsas. Para evitar inconvenientes a la hora de servir, como alergias, intolerancias o que al invitado no le guste la mezcla, es mejor que sirvas este acompañamiento en una salsera, para que todo aquel que la quiera probar tenga la oportunidad.
Olvídate de las de acero inoxidable, para Navidad apuesta por las clásicas de cerámica o porcelana. Recuerda poner más de una a lo largo de la mesa para que sea más cómodo para todos.
Bol para las cáscaras
¿Vas a servir marisco por Navidad? Algo en lo que no solemos pensar es en las cáscaras que resultan de pelar gambas o langostinos. Acabamos dejando los restos en el plato y llega un punto en el que ya no queda más espacio.
Si pones un par de boles grandes de cristal o de una tonalidad que combine con el resto de elementos, tus comensales te lo agradecerán. Es más, tú también lo harás, ya que a la hora de recoger tan solo deberás desechar el contenido del bol. También puede servir para depositar los huesos de las aceitunas.
Tabla de madera y pinzas
¿No tienes suficientes platos iguales para servir el aperitivo? No te preocupes. Las tablas de madera que usamos para cortar alimentos pueden convertirse en bandejas perfectas para nuestras mesas. Además de potenciar el sentimiento rústico y casero, será de gran utilidad si sirves embutidos o tablas de queso, ya que se podrá seguir cortando durante la comida.
Para coger el embutido cortado -o para cualquier otro alimento- acompaña la tabla con unas pinzas para que sea más práctico.
Juego de café completo
El momento del postre, el café y los licores es fundamental. Es el final de la comida, el último paso para contentar definitivamente a tus comensales. Asegúrate de tenerlo todo: tazas, platitos a conjunto y, sobre todo, suficientes cucharillas. ¡No te olvides de la leche y el azúcar!
Antes de servir la leche en su envase, opta por ponerla en una lechera, para que sea más fácil servirla y no arruine la estética. Multitud de tiendas de decoración ofrecen lecheras y azucareras a conjunto.