AFECCIONES DE LA PIEL

¿Te pica la piel después de ducharte? Puede que padezcas prurito acuagénico

El picor al salir de la ducha o prurito acuagénico puede llegar a ser muy molesto. Aquí te contamos algunos remedios que consiguen aliviar la picazón.

Al salir de la ducha, es posible que hayas experimentado que la piel comienza a picarte e incluso que por mucho que te rasques, sigue haciéndolo y acabas con la piel roja e irritada. Nuestra piel es el órgano que más expuesto está a elementos externos. Por eso, es posible que si te ocurre esto, padezcas prurito acuagénico.

El prurito acuagénico es una condición que provoca que nuestra piel reaccione cuando entra en contacto directo con el agua, sea cual sea su temperatura, causando ese picor insoportable al salir de la ducha que puede durar hasta más de una hora.

Aunque es un problema poco común, es importante saber detectarlo y tratar los problemas que puedan surgir a lo largo del tiempo porque, además de ser muy molesto, es posible que sea síntoma de otras enfermedades, razón por la cual se debería acudir al médico lo antes posible como medida de prevención para descartar afecciones más graves.

Aún así, existen algunas medidas y recomendaciones que pueden conseguir aliviar sus efectos y reducir el picor. Entre las medidas más comunes se encuentra utilizar un filtro de agua, geles ecológicos o acabar la ducha con agua fría. Por otro lado, se recomienda evitar frotar la piel con la toalla y aplicar una crema hidratante sin tóxicos. Pero también hay que tener en cuenta otros remedios naturales para relajar la piel del prurito acuagénico.

Remedios para aliviar el picor de la piel después de la ducha

Aloe vera: El aloe vera es uno de los productos más comunes en dermatología como calmante de la piel. Te ayudará a disminuir la comezón y a hidratar tu piel lo suficiente como para evitar el enrojecimiento, la picazón y el ardor. Lo más recomendable es que una vez que extraigas una buena cantidad de gel de aloe vera, repitas su uso dos veces al día frotando el producto en las zonas afectadas.

Bicarbonato de sodio: El bicarbonato de sodio tiene unas características potenciales que actúan sobre las afecciones fúngicas de la piel que producen el picor. Añadir bicarbonato al agua del baño o mezclarlo con una pequeña cantidad de agua para formar una pasta y aplicarla en las áreas afectadas, serán dos opciones que puedes utilizar para conseguir reducir el picor epidérmico.

Aceite de coco: El aceite de coco también cuenta con propiedades que calman la piel y la hidratan. Entre ellas, se encuentran propiedades emolientes, antibacterianas y antioxidantes que conseguirán reducir la inflamación y restaurar la piel. Lo ideal sería utilizar el aceite de coco tres veces al día, como si de una loción se tratara.

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