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¿El peso es un indicador de salud y buenos hábitos alimentarios?

¿Si una persona tiene un cuerpo gordo es porque tiene malos hábitos? ¿Si una persona tiene un cuerpo delgado es porque tiene buenos hábitos? Analizamos estas presunciones tan normalizadas.

Tres mujeresPexels

Control de edad de pediatría, tras pesar al niño se aconseja a su familia que el niño debe moverse más o comer menos chuches. "Mi hijo hace baloncesto cuatro días por semana y no come chuches".

Te encuentras con una persona a la que hace tiempo que no ves y es evidente que ha perdido mucho peso. "¡Qué bien estás!", le dices, a lo que te contesta: "Estoy pasando por una depresión".

Sales en un anuncio de una marca de ropa deportiva. Te dicen que por tu cuerpo estás promoviendo la obesidad, cuando lo que estás promoviendo es la práctica de actividad física.

Son infinitas las presunciones y prejuicios que hemos normalizado alrededor del peso. Cuando una persona tiene un cuerpo delgado o ha adelgazado asumimos que está mejor y que tiene unos buenos hábitos tanto de alimentación como de actividad física. Sin embargo, si es al revés, asumimos lo contrario: pensamos que no se cuida. Estas creencias son consecuencia del estigma de peso del que ya te hablé aquí y que tanto daño hace a las personas que lo sufren solo por el hecho de tener una corporalidad que se sale de los cánones de belleza del momento.

¿Si una persona tiene un cuerpo delgado es porque tiene buenos hábitos?

Una persona puede tener un cuerpo delgado y ser mucho más sedentaria y con unos peores hábitos alimentos que otra que tiene un cuerpo considerado como obesidad. Sin embargo, no nos preocupan sus hábitos si su apariencia es de delgadez, solo le exigimos tener mejores hábitos a la persona que tiene un cuerpo más gordo.

Por otro lado, una persona puede haber adelgazado como consecuencia de un trastorno de la conducta alimentaria u otra enfermedad, algún episodio traumático en su vida o porque haya hecho alguna dieta milagro a base de no comer, alimentarse solo a base de batidos y pasándolo mal… No quiere decir necesariamente que esa pérdida de peso se haya producido por una mejora de sus hábitos alimentarios ni por realizar una actividad física saludable.

Es por ello que ya te expliqué en este artículo por qué no es bueno alabar a una persona por su pérdida de peso.

¿Si una persona tiene un cuerpo gordo es porque no se cuida?

Una persona puede tener un cuerpo gordo porque es su cuerpo así, y siempre ha sido así, desde la infancia. La diversidad corporal existe y siempre ha existido, igual que hay personas que nacen con los ojos azules o marrones, que miden 1,80 m o 1,50 m. ¿Te imaginas que presumimos que quien mide 1,50 es porque no ha comido bien en su infancia?

Pero a su vez una persona también puede haber engordado por varios motivos, como por ejemplo por haber sufrido tal discriminación debido a su corporalidad que ha empezado a entrar en el bucle de las dietas a edades muy tempranas, pensando que había algo malo en su cuerpo y esto le ha generado efectos rebote continuos y un empeoramiento de su relación con la comida y su salud mental, o en los casos más graves, un trastorno de la conducta alimentaria (si te sorprende esto, debo decirte que la mayor parte de los trastornos de la conducta alimentaria no se dan en personas con cuerpos delgados).

También puede haber engordado porque está pasando un mal episodio en su vida, alguna experiencia dolorosa, ansiedad, depresión, por la toma de ciertos fármacos o tratamientos médicos, por ciertas enfermedades, porque su cuerpo haya cambiado después de embarazos o con la edad (el cuerpo no es estático).

Son tantas las casuísticas posibles que hay detrás, que es un completo prejuicio asumir que quien tiene un cuerpo más gordo es porque no se cuida o no se quiere cuidar y que quien tiene un cuerpo delgado es porque se cuida sin saber nada más de esa persona. Pongamos atención a nuestros hábitos, en lugar de a nuestros cuerpos.