PEDIATRÍA
Muchos padres y madres acuden a su pediatra con preocupación por la estatura o el peso de sus hijos. En este artículo abordamos cómo saber si existen problemas de crecimiento y cómo actuar ante ellos.
La talla y el crecimiento de los niños es un motivo frecuente que genera muchas dudas en pediatría. Muchas veces, las madres y padres acuden a consulta con preocupación porque su hijo es el más bajito de la clase. No obstante, esto no siempre supone un problema de salud que precise tratamiento.
Para resolver dudas, vamos a explicar conceptos relacionados con el crecimiento de los niños y los signos de alarma que deben preocupar a los padres y que precisan una consulta pediátrica.
¿Qué es el percentil?
El percentil es un método estadístico para comparar la talla, el peso o el índice de masa corporal entre niños de la misma edad y sexo.
En el caso de la talla, si nos dicen que nuestro hijo está en el percentil 10 de talla quiere decir que de 100 niños con su misma edad y sexo ordenados por altura habría 90 niños más altos que nuestro hijo y 10 niños más bajos. Pero lo importante es que todos ellos están dentro de lo que se considera un crecimiento normal. La utilidad de los percentiles de talla es saber:
¿Qué es la talla diana?
La talla diana es la talla objetivo final de cada niño y se calcula a partir de una fórmula matemática con la talla de ambos padres. La talla final de un niño depende de muchísimos factores, pero la genética es el factor más importante.
Se calcula con la talla del padre + talla de la madre (en centímetros) +13 (si el paciente es un niño) o -13 (si el paciente es una niña) dividido entre 2.
Este resultado nos orientará acerca de si el crecimiento del niño está siendo acorde a la talla genética o debemos sospechar algún problema.
Cómo saber si mi hijo tiene problemas de crecimiento
Existen diversos parámetros que nos pueden hacer sospechar. Los principales son:
¿Se puede hacer algo para que los niños crezcan más?
Si el pediatra analizando todos los datos lo considera necesario se realizaran pruebas complementarias para determinar problemas hormonales que puedan estar afectando al crecimiento, como por ejemplo:
Con todos los estudios, si se llega a la conclusión de que el niño tiene una talla baja patológica, se podría plantear el tratamiento con hormona de crecimiento para intentar mejorar el pronóstico de talla final.