HALITOSIS
La halitosis suele sorprender especialmente cuando la padecen niños pequeños. Muchas veces el mal aliento coincide con una mala higiene bucal, pero en otros casos existen otras razones.
"Doctora, no sabemos qué pasa pero desde hace un tiempo a mi hijo le huele muy mal el aliento, sobre todo cuando se acaba de levantar y eso que le insistimos en que se lave los dientes todas las noches". La halitosis o mal aliento es un tema que preocupa a muchos padres, aunque la mayoría de veces es causada por una mala higiene oral y suele ser transitorio.
En este artículo os quiero contar por qué se produce el mal aliento en los niños y cómo podemos resolverlo sin olvidarnos de otras causas menos frecuentes que se pueden sospechar a raíz de este hallazgo.
El mal aliento en los niños es más normal de lo que podemos imaginar y en el 90% de los casos la causa está en una mala higiene de la boca y los dientes.
También existe la halitosis fisiológica que se produce en muchos niños al despertar, debido a la inactividad nocturna y a la reducción de la producción y el flujo de saliva durante la noche. Es transitoria y desparece durante el día.
Hay algunos alimentos que también pueden producir mal aliento como el ajo, la cebolla, algunas especias, la coliflor, el chocolate o el pimiento.
Una higiene bucal deficiente puede hacer que queden restos de comida en la boca que al ser descompuestos por bacterias de la flora habitual produzcan el mal olor.
Asimismo, si el niño presenta alguna caries los restos de comida pueden quedar en los orificios más profundos que se forman en los dientes y ocasionar la halitosis. La gingivitis (inflamación de las encías) producida por la placa bacteriana que se forma entre los dientes y las encías también produce mal aliento.
Al serla causa más frecuente de halitosis, si se detecta un mal aliento persistente en el tiempo lo primero que debemos hacer es consultar con un odontopediatra para descartar problemas a nivel de la boca. El odontopediatra nos ayudará a mejorar la higiene oral de nuestros hijos y seguramente el problema del mal aliento desaparezca si mantenemos unos hábitos adecuados.
Lo indicado es cepillar los dientes tras cada comida, utilizar el hilo dental al menos una vez al día y un enjuague bucal adecuado para cada edad. No nos debemos olvidar de cepillar la lengua y que los adultos debemos supervisar y ayudar en esta higiene a los menores de 7 años.
En el caso de que el odontopediatra no detecte ningún problema que cause mal aliento en la boca del niño o la halitosis se manifieste con otros síntomas generales se deberá consultar con el pediatra.
Las principales causas son:
La aparición de inflamación en las encías o de muchas llagas en la boca puede ser debida a una estomatitis herpética (producida por un virus) que produce muy mal aliento y asocia fiebre y dolor en la boca a la hora de ingerir alimentos.
Los hongos también producen infecciones frecuentes en la boca de los niños sobre todo en los que usan tetinas o en los que usan corticoides inhalados (para el tratamiento del asma, por ejemplo). Producen una capa blanquecina en la superficie de la lengua y en la parte interna de las mejillas que no se retira al limpiarla y puede ocasionar mal aliento.
Las amigdalitis (anginas), faringitis o sinusitis pueden ocasionar también halitosis, pero en estos casos aparecería junto a otros síntomas de la infección como fiebre, mucosidad nasal o tos y desaparece cuando la infección se resuelve.
Muchos niños presentan aumento en el tamaño de estas estructuras lo que provoca que respiren con la boca abierta, ronquen por las noches o acumulen moco con mucha facilidad. Esto provoca mayor acúmulo de bacterias en la cavidad oral y por lo tanto mal aliento.
Cuando el cuerpo no puede utilizar la glucosa adecuadamente, bien por ayuno prolongado, vómitos o en una diabetes tipo 1 , se empiezan a producir unas sustancias conocidas como cuerpos cetónicos que le dan al aliento un olor característico como afrutado.
Si el mal olor proviene principalmente de la nariz y se acompaña de mucosidad purulenta o con sangre por un lado se debe sospechar que el niño ha introducido algo en su fosa nasal y se debe proceder a su extracción.
El mal aliento puede venir producido por un reflujo gastroesofágico que ocasiona el ascenso del contenido gástrico hacia la boca o por una gastritis debida a Helicobacter Pylori.