DÍA MUNDIAL
El 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Párkinson, un trastorno neurodegenerativo que recientemente se ha descubierto que es más difícil de detectar en su etapa más temprana en mujeres, debido a sus síntomas más confusos. Te explicamos cuáles son las diferencias en comparación con los hombres.
Año tras año, el 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Párkinson, que, a nivel mundial, es la segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor incidencia, después del Alzheimer, afectando a más de 7 millones de personas.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España hay unas 150.000 personas que padecen este trastorno que afecta al sistema nervioso, que se presenta más en hombres que en mujeres, pero en las segundas se manifiesta con síntomas más confusos, como la depresión o los problemas de sueño.
Estas diferencias de sintomatología de alerta de la Enfermedad de Parkinson (EP) han sido estudiadas por un grupo de científicos españoles, que llevó a cabo una investigación publicada este año bajo el nombre: 'Sex Differences in Motor and Non-Motor Symptoms among Spanish Patients with Parkinson's Disease'.
El estudio
Este equipo de expertos realizó un estudio con el objetivo de analizar los síntomas de la EP en hombres y mujeres. Para ello, reclutaron a 681 pacientes, 410 hombres y 271 mujeres, a los cuales hicieron un seguimiento durante 2 años.
Los resultados del estudio muestran que este trastorno se manifiesta de forma diferente en hombres y mujeres. De hecho, las mujeres suelen presentar síntomas menos claros, lo que puede retrasar el diagnóstico de la enfermedad entre 1 y 3 años. Es importante destacar que el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son cruciales en cualquier enfermedad.
Síntomas de párkinson en mujeres
Según este estudio, las mujeres con párkinson tienen más probabilidades de experimentar depresión, fatiga y dolor en comparación con los hombres con la misma enfermedad. Por otro lado, los hombres con EP son más propensos a tener problemas de habla, falta de expresión facial (hipomimia) y deseo sexual aumentado (hipersexualidad).
En cuanto a la progresión de la enfermedad, los hombres parecen experimentar un mayor deterioro de la carga del sistema nervioso a corto plazo, mientras que las mujeres tienen más dificultades para realizar sus actividades diarias, lo que les comporta tener una calidad de vida inferior.
Es fundamental que se reconozcan estas diferencias de género en este trastorno neurodegenerativo y que se sigan estudiando a más largo plazo, pues esto permitiría acotar el tratamiento, haciéndolo más personalizado y adaptado a cada persona en función de su edad y género. Esto podría marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes.
Factores de riesgo de padecer párkinson
A pesar de que hoy en día se desconoce qué causa de esta enfermedad que afecta al sistema nervioso, la Federación Española de Párkinson apunta que podría deberse a una "combinación de factores genéticos, medioambientales y los derivados del propio envejecimiento del organismo".
La EP suele detectarse entre los 50 y 60 años, siendo este el rango de edad más común para su aparición. A partir de la sexta década de vida, la prevalencia de la enfermedad aumenta de forma exponencial.
No obstante, existe una variante conocida como EP de Inicio Temprano, la cual se diagnostica cuando la enfermedad aparece antes de los 50 años. Esta forma de la enfermedad puede presentar una evolución diferente a la EP común, lo que requiere una atención especializada y un tratamiento adaptado a las necesidades de cada paciente.
Por otro lado, la misma federación señala que en torno al 90% de los casos de párkinson corresponden a formas esporádicas, lo que significa que la enfermedad no se debe a una alteración genética específica. Sin embargo, existe una proporción significativa de pacientes, entre el 15% y el 25%, que cuentan con algún familiar que también ha desarrollado la enfermedad.
Tratamiento
"A día de hoy no se dispone de un tratamiento curativo para la EP", lamenta la Federación Española de esta enfermedad, pero sí se pueden administrar diversos fármacos que permiten mejorar los síntomas y la calidad de vida de los pacientes, al restaurar los niveles de dopamina en el cerebro.
Entre estos medicamentos encontramos los siguientes: