MÉTODOS DE PAGO
Desde hace un tiempo, parece que cada vez más gente lleva menos dinero en efectivo en el monedero y paga con tarjeta. ¿Qué es mejor? Cada una de las dos opciones tiene sus ventajas y en este artículo te contamos cuáles son.
El dinero se creó para tener un bien común por el que intercambiar aquello que tenemos. Hace siglos, el carnicero intercambiaba carne con el agricultor, que le daba verduras, pero, ¿qué pasaba si este último tenía cien kilos de tomates este mes y ninguno el que viene? O quizás el ganadero no querría intercambiarle sus productos por determinados alimentos. De esta manera, se creó un bien de intercambio universal que ha ido evolucionando con el tiempo.
A día de hoy, ya ni siquiera tenemos por qué recurrir a un medio físico para realizar esa transacción. Intercambiamos nuestros conocimientos, mano de obra y tiempo a cambio de un salario que nos ingresan en una cuenta bancaria y luego podemos pagar prácticamente todos nuestros gastos con tarjeta.
Según el Estudio sobre hábitos en el uso del efectivo publicado por el Banco de España en 2023, el efectivo sigue siendo el medio principal de pago en España (utilizado a diario por el 64% de los encuestados). Le siguen, aún lejos, las tarjetas (32%) y los dispositivos móviles (7%). Evidentemente, hay un componente generacional, ya que el efectivo es el medio principal de pago del 71% de los encuestados mayores de 55 años, mientras que lo es de solo el 43% de los menores de 25 años. Sea como fuere, el efectivo sigue muy presente.
Pagar en efectivo tiene varias ventajas. La primera es que, en principio, nos hace más conscientes del gasto que realizamos (cuando se acaba, se acaba) y es fácil poder hacer pequeños apartados para diferentes gastos.
Además, no supone ningún coste añadido, como en ocasiones se da en entidades financieras que cobran tanto a los propietarios de las tarjetas como a los comercios por realizar operaciones.
Por último, no deja rastro de los fines a los que dedicamos ese dinero y es más difícil por parte del Estado de controlar las actividades que con él se financian.
Pagar con tarjeta también tiene muchas ventajas, que por lo general exceden a las del efectivo:
Por lo tanto, aunque contar con determinado presupuesto para pequeños gastos en efectivo puede ser interesante e incluso necesario, el futuro pasa por medios de pago en los que el dinero físico vaya progresivamente desapareciendo para así facilitar la seguridad, la rapidez, la disponibilidad, el control y la transparencia de las operaciones que realizamos.