AGUA PURA

Osmosis o agua filtrada: ¿Cuál es mejor?

En este artículo os vamos a contar las diferencias entre el agua filtrada a través de filtros de carbón activo y la filtrada a través del sistema de osmosis. ¿Qué tipo de instalación requieren? ¿Cómo debe ser el mantenimiento?

Ya lo dicen los expertos, hay que beber cada día entre un litro y medio y dos litros de agua. Por lo general, optamos por dos opciones a la hora de consumirla: embotellada y del grifo.

Los dos sistemas tienen aspectos positivos y negativos. Al consumir agua embotellada se generan muchos más residuos plásticos. Por su lado, la del grifo, en según qué ciudades, no tiene un buen sabor.

Tanto para evitar los plásticos como el sabor desagradable, existen dos alternativas para tener una agua más pura. Se trata del agua filtrada con filtros de carbón activo y la osmosis. ¿Cuáles son sus diferencias? ¿Qué ventajas y desventajas tienen?

Agua filtrada con filtros de carbón activo

Existen varias maneras de tener agua filtrada con carbón activo. Una de ellas es comprar una de estas piezas que se enganchan directamente al grifo. Su mantenimiento consiste en cambiar el filtro cada tres meses más o menos o cuando se han consumido unos 1.200 litros de agua (aunque es más difícil de calcularlo).

El siguiente sistema requiere de una instalación aparte. Hay que tener un segundo grifo, que es el que tendrá el cartucho de filtración. Puedes atreverte a hacerlo tú o contactar con un profesional. En este caso, el tiempo que duran los filtros se amplía hasta entre seis y doce meses dependiendo de las características del agua.

Pero la manera más sencilla de tener el agua filtrada por carbón activo es comprar una jarra con el filtro incorporado. La ventaja es que no requiere una instalación como la del sistema que hemos comentado anteriormente. El inconveniente es que se debe cambiar el filtro más a menudo.

Con este proceso, el agua resultante contendrá una cantidad muy pequeña (siempre dentro de los límites aptos -y necesarios- para el consumo) de cloro, metales, cal e impurezas.

La osmosis inversa

Este sistema también requiere instalar un aparato en la cocina y es algo más complejo que el de los filtros de carbón activo. El proceso consta de varias etapas por las que el agua va pasando por una serie de membranas (cada una de ellas de diferentes características) en las que las impurezas se van quedando por el camino.

En la primera etapa se encuentra un filtro de sedimentación de las partículas más grandes. A continuación, el carbón activo elimina los malos olores y el cloro. En la siguiente etapa es cuando se eliminan las partículas más pequeñas. Y en la última hay otro filtro para evitar que traspasen las impurezas que hayan podido quedar.

Es tal el nivel de filtrado que lo elimina todo. De entrada puede parecer una buena idea, pero dentro de este "todo" se incluyen también los minerales que nuestro cuerpo necesita, como yodo, hierro o flúor, entre muchos otros.

Otros inconvenientes de este sistema es que se debe hacer un mantenimiento más frecuentemente y es más costoso. Por otro lado, se desperdicia mucha más agua.

¿Cuál es mejor? La respuesta a esta pregunta dependerá de tus necesidades y las de tu familia.