Mejor, cuanto más lejos

Nueve pistas para identificar a un machirulo

Ay el término machirulo o sus sinónimos pollavieja y señoro, qué de actualidad están. Y lo están no porque sea algo nuevo, qué va, esto es casi tan viejo como las pirámides.. sino porque ellos se manifiestan más claramente desde que el feminismo ha tomado la dimensión que ha tomado. Es decir, antes ya estaban ahí, formaban parte del paisaje establecido, pero no sacaban tanto la patita. Ahora, a la que pueden, se dejan ver.

Por si no te queda claro cómo es un machirulo, vamos a enumerar en este artículo algunas de sus actitudes más sangrantes. Para que los identifiques cuanto antes y los envíes al limbo más profundo.

- El machirulo piropea: por la calle, desde el coche o andando, en una reunión de trabajo… No desaprovecha una oportunidad para dar su opinión sobre el físico de la mujer, de la que sea en concreto. Porque él lo vale y porque como siempre lo ha hecho, ¿por qué no lo va a seguir haciendo? Pero si es algo de gentleman, piensa…

- Tiene su teléfono plagadito de gifs de mujeres de grandes pechos, chistes machistas y vídeos de dudoso gusto. Y los comparte en diferentes grupos de Whatsapp. Con orgullo.

- Si te invita a cenar o a una copa (y máxime, si te invita a ambos), espera follar contigo. Porque así son las cosas en la mentalidad obtusa de este Homo Sapiens: te ha invitado a un perrito caliente, pues quiere que cates su perrito.

- Es un experto en mansplaininig: es más, aunque tú sepas más que él sobre determinada materia, dejará constancia de su extenso conocimiento sobre ello sin apenas dejarte hablar. Porque le gusta ser centro de atención y que todo el mundo se percate de cuán inteligente es. Es más, le reconocerás por sus largos discursos sobre la cuestión que sea que suelen dormir al personal (aunque él no se percate).

- Le parece que las feministas nos estamos pasando. Es decir, empezará diciendo que el feminismo le parece bien, pero las feminazis ya no tanto. Y añadirá que somos unas exageradas en general, que no es para tanto. Y que nos estamos encargando de romper la buena armonía entre el hombre y la mujer.

- El machirulo espera ser cuidado y que estemos a su servicio. Porque en su casa fue así y porque las mujeres hemos venido a este mundo a servirle.

- Para él, un no puede ser un no, pero no siempre. O sea, que un no es un no, pero claro, como le han dicho muchas veces lo de que “el que la sigue la consigue”, él seguirá insistiendo. Porque además está convencido de que las mujeres somos más tímidas y nos tenemos que mostrar como tal. Y él, por si acaso y para llevarse el gato al agua, insistirá. Las veces que hagan falta. Y no, oye, no te pases, que eso no es acoso (lo que nos lleva al punto de arriba de “cómo os estáis pasando las feministas”).

- Tiene una idea muy clara sobre las denuncias falsas: o sea, aunque las cifras digan que son algo irrisorio él siempre rebatirá la cuestión diciendo que “tiene un amigo de un amigo que su mujer le puso una denuncia falsa”. O que un amigo policía le ha dicho “que son muchas más de las que se dice pero que es un tema tabú del que no se puede hablar”.

- En el sexo, el machirulo es más bien conservador: no le hables de probar juguetes sexuales y mucho menos, de meterle el dedo en el culo. El machirulo es un hombre como los de antes, de pelo en pecho y olor a Brummel. Lo que pasa que ya sabes, parodiando aquel anuncio de los ochenta, “Brummel, mejor cuanto más lejos”.

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