PORQUE NO EXISTE UN SOLO COLOR DE PIEL
La diversidad humana no queda reflejada muchas veces en la educación de los más pequeños. Por este motivo, una famosa marca de lápices ha lanzado una colección que contiene diferentes seis tonos mezclables para colorear la piel en los dibujos de los jóvenes artistas.
Vivimos en una sociedad cada vez más globalizada. No es raro ver a niños de todas las nacionalidades y orígenes compartiendo clases y horas de juego en los parques de la ciudad. Sin embargo, en muchas ocasiones, esa diversidad tan visible en el día a día no se traslada al ámbito educativo.
Una de las actividades más populares y enriquecedoras entre los más pequeños es el dibujo. Con el uso de lápices de colores, rotuladores, pinturas de todo tipo y papel, los niños estimulan sus capacidades cognitivas, emocionales, motrices y creativas. Sin embargo, en muchas ocasiones, ese dibujo no incluye la diversidad. Cuando un niño pinta, por norma general, solo dispone de un color denominado “color carne”. Pero, ¿cuál es el color carne? ¿Acaso tenemos todos la misma tonalidad de piel?
No somos de un solo color
La famosa marca de lápices Faber-Castell ha lanzado una nueva colección de lápices de colores llamada ‘Children of the world’ que busca hacer más visible la diversidad humana. Para ello, en sus tradicionales cajas de 12 o 24 lápices ha incluido 3 lápices bicolor con seis tonos de piel, que pueden mezclarse entre ellos para crear una gran variedad de tonalidades.
Las minas de los lápices han sido fabricadas tomando como referencia la división cosmética que también posee Faber-Castell. Es decir, están basadas en bases de maquillajes reales y poseen una textura muy suave para facilitar las mezclas de colores. Los jóvenes artistas podrán expresarse representando a sus amigos, familiares o a sí mismos con los tonos de piel que más los representan.
Lo recaudado con cada set de lápices de esta colección será donado a la organización Red Pencil, una ONG que trata de ayudar a niños que viven en zonas conflictivas y que han pasado por experiencias traumáticas con terapias basadas en el dibujo.
Pero Faber-Castell no es la única marca que ha decidido apostar por la diversidad. Otras como Staedtler o Giotto también han sacado al mercado cajas de lápices color carne. En ellas se incluyen lápices de una gran variedad de tonos para que niños de todo el mundo puedan colorear su piel y la de sus amigos tal y como son.
Ya en 2016, la organización Ubuntuland, que vela por visibilizar la diversidad humana, sacó adelante una campaña llamada #pintemosloscoloresdelapiel, gracias a la cual lograron crear y distribuir cajas de colores de la piel entre numerosos colegios y familias.
Estas colecciones quieren fomentar la autoestima y el reconocimiento de la identidad cultural de los niños que no suelen verse representados en los programas de la tele o en sus libros favoritos. Además, ofrece más oportunidades para que los más pequeños se expresen y experimenten con diferentes colores.