ENTREVISTA
Doctor Joan Prat, jefe de investigación e innovación oftalmológica del Hospital San Juan de Dios de Barcelona: "No es del todo recomendable que los niños lleven lentillas".
Las lentes de contacto son una solución muy utilizada durante la etapa adulta. En muchos casos, las lentillas acaban siendo la mejor opción para aquellos que han llevado gafas durante muchos años de su vida y quieren volver a ver su rostro sin unos cristales de por medio. El uso de lentes de contacto no solo tiene una ventaja estética, sino también un aliciente de comodidad en algunas situaciones, como por ejemplo, para practicar deporte o ir a la playa.
Pero con las lentillas no son todo ventajas. Quienes suelen usarlas saben lo peligroso que puede ser no cuidarlas adecuadamente. Es decir, dormirse con ellas puestas, ponerlas mal o no hacerlo de manera higiénica. Teniendo todo esto en cuenta, ¿es conveniente que los niños lleven lentes de contacto? ¿En qué casos? Nos responde a estas cuestiones el doctor Joan Prat, jefe de investigación e innovación oftalmológica del Hospital San Juan de Dios de Barcelona.
¿Es bueno que los niños lleven lentillas?
No es del todo recomendable que los niños lleven lentillas, porque las lentes de contacto necesitan unos cuidados específicos. Para que un niño pueda llevar lentillas debe tener la suficiente madurez como para poder hacerse cargo adecuadamente.
Entonces, ¿a partir de qué edad se pueden llevar?
En realidad, el hecho de tener madurez como para cuidar de las lentes se traduce en la edad en las que los niños las pueden empezar a llevar. Esto es, a grandes rasgos, un adolescente con las suficientes facultades para poder cuidarlas correctamente. Al final, esta es la cuestión más importante. Esto dependerá del niño, hay algunos que con 12 años ya lo pueden hacer, pero otros que con 16 aún no.
¿Hay algunos casos concretos en los que sí que se recomienda el uso de lentes?
Sí que hay casos, pero se trata de patologías de la vista, normalmente, bastante graves. Por ejemplo, en situaciones en las que el niño necesite las lentes para proteger su córnea. También hay algunos casos de miopías del ojo que requieren llevar unas gafas muy desproporcionadas, entonces, puede ser recomendable llevar lentes de contacto.
En estos casos ocurre que en un ojo hay mucha graduación de miopía, mientras que, en el otro muy poca, por lo tanto, el sistema va muy descompensado. Para estas circunstancias, las lentillas serán una herramienta más fácil de equilibrarlo que las gafas.
Las lentes de contacto se utilizan, sobre todo, en casos de miopía y la patología aparece, generalmente, a partir de los 8 o 10 años. Este es otro motivo que explica por qué raramente encontraremos a un niño menor de 12 años que lleve lentes. Cuando aparece la miopía, los niños están dos o tres años usando gafas y, después, cuando ya cogen conciencia, pueden ponerse lentes de contacto.
¿Qué ventajas tiene que los niños lleven lentes?
Solo tiene ventajas en los casos concretos anteriores que hemos comentado. En el resto de situaciones no son más ventajosas, ya que implican que los padres se encarguen de poner y sacar las lentillas, y los niños, por su parte, no tienen las condiciones higiénicas necesarias para cuidarlas.
¿Qué tipo de lentes pueden utilizar los niños?
No hay diferencias entre las lentillas de los niños y las de los adultos. Los grupos de lentes de contacto que hay son:
La lenta clásica, que se lleva durante uno o dos años, está bastante en desuso y solo se utiliza en casos muy especiales. Las lentes más comunes son las de recambio mensual y las de recambio semanal. Tanto una como la otra necesitan un sistema antiséptico, es decir, unos líquidos que hacen que los gérmenes no se peguen a la lente.
Alternativamente, están las lentillas de uso diario, que tienes que tirar nada más sacarlas. Estas últimas no utilizan líquidos porque no se tienen que limpiar. En ese sentido, y pensando en la comodidad de los padres y los niños, las lentes de uso diario son las más adecuadas. Aunque estas son un poco más complicadas de poner. Pero si los padres se las pueden colocar, entonces, eliminamos los problemas de mantenimiento y el riesgo de infección, que es lo más importante.
¿El hecho de que los niños utilicen lentes tiene alguna contraindicación o peligrosidad?
Por lo general, no tiene más contraindicación que el mantenimiento y los riesgos de infección. Ahora bien, la complicación más grave que tenemos en el momento de adaptar la primera lente de contacto son las alergias, esto es lo que provoca que las lentillas no se puedan tolerar.
Las alergias de la conjuntiva producen unas pequeñas lesiones que si se rascan con la lente puesta se activan más. En estas circunstancias, algunos niños pueden llevar lentillas durante unas pocas horas, pero otros no pueden llevarlas nunca.
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