PLAYA Y SALUD
El verano es una época maravillosa para mayores y niños y más después de todos estos meses que hemos pasado. Todos necesitamos vacaciones.
Si te estás planteando que tus vacaciones sean en zona de playa, tendrás que tener en cuenta los peligros que pueden surgir. Ojo a las picaduras de medusa, que pueden ser un verdadero problema. Vamos a repasar algunos puntos que debes conocer.
¿Por qué pican las medusas?
Las medusas son unos seres marinos con unas células urticantes, es decir, con veneno en su interior, que usan para capturar a sus presas o defenderse de otros organismos. Nosotros, los humanos no somos presas de las medusas ni las solemos atacar de manera deliberada. Pero, de manera accidental, niños o mayores podemos tocarlas o pisarlas. Entonces la medusa puede necesitar defenderse con estas células urticantes.
¿Qué tipos de medusas hay y cuáles son las más frecuentes?
Una de las especies más comunes en el litoral mediterráneo es la medusa huevo frito. Seguro que sabes cuál son, su aspecto es el de un huevo frito. No es una especie peligrosa, ya que es poco tóxica. En caso de contacto, provoca picor o irritación de la zona, pero de forma leve y pasajera.
Otro tipo de medusa bastante frecuente por el Mediterráneo es la aguamala o acalefo azul. Esta especie sí que provoca picaduras con más picor e inflamación de la zona. Nada de tocarlas.
Desde hace algún verano también puedes haber oído hablar de la carabela portuguesa. Es una medusa carnívora, con millones de células urticantes por cm². Al intenso dolor o picor de cualquier picadura, añade que el niño también podrá presentar fiebre, náuseas o vómitos. Su veneno no es mortal, pero en niños pequeños o alérgicos puede producir efectos graves, llegando incluso a ser mortal. Miedo no, precaución mucha.
¿Qué notaremos si nos ha picado una medusa?
En la zona afectada notaremos dolor y/o picor muy intenso justo tras la picadura. También podemos ver enrojecimiento, inflamación de la zona o miniampollitas con la forma del tentáculo. Si vamos aumentando en gravedad (más raro), pueden aparecer náuseas, vómitos, pérdida de apetito, dolor de cabeza o calambres. En los casos más graves, puede haber una reacción alérgica grave. Muchísimo más raro es la pérdida de conocimiento o las convulsiones con riesgo de ahogamiento.
Hay que tener mil ojos en los grupos de riesgo, como los niños pequeños, personas con problemas de corazón, alérgicos o personas que ya han sido picadas previamente y pueden estar sensibilizadas.
Y ahora, ¿ya le ha picado una medusa a tu hijo? ¿Qué hacemos?
1. Limpiar la zona de la picadura. Usa siempre agua salada o suero fisiológico para limpiarlo. Nada de agua dulce. ¿Por qué? La diferencia de presión puede provocar estallido de las células donde está la sustancia urticariante, provocando más dolor y picor.
2. No frotes la picadura. Olvídate de arena o toalla, lo que haces es aumentar la zona de lesión.
3. Olvida la típica leyenda urbana de echarles amoniaco u orina. No vale para nada.
4. Aplica frío durante unos 15 minutos. Mejor si es con una bolsa fría. Evita aplicar hielo directamente sobre la piel, puede ocasionar una quemadura.
5. Si hay algún resto de un tentáculo pegado a la piel, lo quitaremos con pinzas.
Si, a pesar de todo esto, el dolor es muy intenso o el niño empeora, consulta con un médico. En ocasiones puede ser necesario que te indique una crema de corticoides si hay mucha inflamación o antihistamínico si el picor es muy intenso.
¿Y las picaduras por carabela portuguesa? ¿Hay que hacer algo especial? Nada especial. Haremos lo mismo que con cualquier picadura por medusa. Intenta que el niño no se rasque ni le de la luz del sol. Si el dolor es muy intenso o tienes dudas, consulta con vuestro pediatra.
¿Podemos prevenir la picadura de una medusa?
1. No pasees por la playa donde rompen las olas. Aunque veas las medusas lejos, las corrientes pueden acercarlas a vosotros. Recuerda que los trozos de medusas causan las mismas lesiones, no te confíes.
2. Si ves medusas, no juegues con los niños en la orilla.
3. Si ves una medusa, intenta sacarla fuera del agua sin tocarlas, una bolsa de plástico o una red son buenas opciones.
Ya sabes, siempre mejor prevenir que curar. ¡Disfruta del verano!