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Niños y mocos: seis soluciones que funcionan y una que no

Parece un binomio, en unas épocas más que en otras: niños y mocos. Te contamos soluciones que funcionan y que mantendrán los mocos a raya.

Aspirador nasaliStock

No falla, cuanto más pequeño, más mocos pero eso no quiere decir que con 4 o 5 años dejen de tenerlos, sobre todo en época de resfriados, cuando retoman el cole, en cuanto bajan las temperaturas… Nos referimos a los mocos, ese problemilla menor que te puede dar las noches y que supone que tengas que salir de casa cargada de paquetes de kleenex.

Hoy te vamos a apuntar varias soluciones efectivas para este problema. Verás como con cualquiera de ellas, el nivel de mucosidad desciende:

- La mágica sal: ¿vas a darle un baño al peque? Aprovecha esa agua bien calentita para echar unos puñados generosos de sal gorda (tiene que ser gorda). De todos es sabido que cuando vas al mar, esa brisa marina y la salinidad del mar hace que los mocos salgan en un santiamén. Pues emula esa playa en la bañera, verás cómo van saliendo durante el baño y después.

- Lavados nasales a tutiplén: muchos niños montan una guerra mundial cuando se les acerca el suero a la nariz pero es una excelente solución para acabar con los mocos. Y además, totalmente inocua así que no dudes en usar y abusar de esta técnica por mucho que genere lloros en casa, intenta maniobras de despiste, siempre ayudan. Eso sí, que no sea con jeringuilla porque es más difícil saber cuál es la presión con la que sale el líquido y puedes hacerle daño.

- Mantén hidratado al niño: el agua alivia el malestar que ocasiona la mucosidad excesiva y esto pasa porque los líquidos ayudan a hidratar la garganta, que suele resecarse cuando la nariz está congestionada. Además, licúa las flemas que suelen tragarse evitando así que acaben en bronquios o en oídos.

- Ojo con las calefacciones: la calefacción reseca el ambiente y eso le va fenomenal a los mocos. Evidentemente, si hace frío no vas a apagarla pero puedes contrarrestarla poniendo boles con agua por la casa o el maravilloso humidificador (de hecho es muy recomendable ponerlo en la habitación del niño mientras duerme). Utiliza mejor un humidificador de aire frío, los de aire caliente generan más bichitos.

Niña con mocos | iStock

- ¿Debes dejar de darle leche por las noches? Es uno de los rumores más comunes sobre la producción de moco, seguro que lo has oído alguna vez y rotundamente no: no va a tener más mocos porque se tome un biberón o un vaso de leche por las noches.

- Infusión de tomillo: para niños más mayores va fenomenal, tanto para los dolores de garganta como para ayudar a que los mocos salgan.

- ¿Aspiradores nasales? Cuando el niño es muy pequeño lo habitual es que no sepa sonarse los mocos, máxime si es un bebé. Ahí los lavados son fundamentales aunque puede ser que alguien te diga que le aspires los mocos con unos aparatejos que parecen instrumentos de tortura (tienes uno en la imagen de apertura de esta noticia). Debes saber que no son nada recomendables, sobre todo si los usas mucho ya que el daño que puedes hacer es mayor que el beneficio: acabarías irritando las mucosas nasales y se acabarían produciendo más mocos. Así que mejor déjalo apartado y tira mejor de cualquiera de las anteriores soluciones.

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