Niños y gafas: ¿A qué edad debo llevar a mi hijo al oculista?

Cuando te conviertes en padre o madre tienes muy claras todas las visitas que debes hacer al pediatra para llevar un correcto seguimiento del crecimiento de tu bebé. Pero cuando se va haciendo mayor, acabas yendo al médico solamente cuando el pequeño se encuentra mal o se hace una lesión.

Sin embargo, hay profesionales de la salud que se deben visitar cada cierto tiempo para realizar simples chequeos, a pesar de que no haya ningún motivo aparente por el cual ir. Es el caso del oculista, uno de los grandes olvidados por parte de los padres, a no ser que su pequeño de señales de problemas de visión.

La primera visita al oculista

Igual que se recomienda que las chicas hagan su primera revisión ginecológica tras la primera menstruación, para la salud ocular también existe una época señalada. Según señalan desde el Instituto Comtal de Oftalmología (ICO) de Barcelona, la primera revisión ocular se debe hacer a los 3 o 4 años, que es cuando los niños comienzan a presentar problemas de visión. De hecho, indican que alrededor del 20% de los niños en edad preescolar y escolar puede presentar problemas de visión.

Además, esta organización recomienda que la visita al oculista se haga justo antes del inicio de curso, de este modo evitaremos problemas de fracaso escolar y mejoraremos su rendimiento si existe algún problema de visión. No hay que olvidar que toda la información recibida en la escuela se adquiere a través de la vista y el oído, por lo que es importante que ambos sentidos estén en buen estado para que el niño no se quede atrás.

Cómo detectar problemas de visión en niños

Cuando un niño es pequeño y tiene problemas de visión, es muy probable que no se queje y lo asuma sin más. De este modo se acostumbra a ver mal y puede presentar retrasos en el aprendizaje.

Para que los adultos del entorno de un niño se percaten de los problemas de visión de forma precoz, el ICO recomienda estar atentos a las siguientes señales:

• Ojos rojos (con o sin legañas)
• Lagrimeo constante
• Un reflejo blanco en la pupila
• Cierra los ojos frente a la luz intensa
• Tuerce los ojos o gira la cabeza al mirar
• Posturas forzadas al leer
• Se queja de dolores de cabeza al salir de la escuela o tras hacer los deberes
• Problemas de concentración en clase o en casa a la hora de leer
• Entorna los ojos para fijarse en las cosas o cuando mira la televisión

Problemas de visión más frecuentes

En las publicaciones del ICO también encontramos un listado de problemas de visión más habituales, que son los de errores de refracción:

- Hipermetropía: provoca problemas para ver de cerca porque las imágenes se enfocan detrás de la retina.

- Miopía: dificulta la visión de lejos porque los rayos de luz se enfocan antes de llegar a la retina.

- Astigmatismo: provoca una visión borrosa y distorsionada, ya que los rayos de luz no se enfocan de forma clara sobre la retina.

- Ojo vago: ocurre cuando hay una diferencia de visión entre ambos ojos. Cuanto antes se diagnostique, más fácil será revertirlo a través de parches.