SIN KILOS DE MÁS
Aunque no se vayan a vivir con el nivel de celebraciones de otros años, va a ser difícil evitar coger unos kilos en esta época del año de tantas tentaciones gastronómicas.
Se acerca la Navidad y con ella las comilonas. Seas de dulce o de salado o de ambos, tras estas fechas la cita con la báscula deja unos kilos de más, de hecho, se dice que de media pueden estar entre 3 y 5 kilos más.
Que no cunda el pánico: vamos a intentar que sean los menos o incluso, que las fiestas pasen sin hacer estragos en tu físico.
Ahí van unos consejos para unas Navidades lo más saludables posible.
- El agua es tu amiga: es decir, hidrátate. Prueba un truco: cada vez que pases por la cocina, vaso de agua. Es aconsejable antes de comer, porque ayuda a tener sensación de saciedad. Así que no te cortes.
- El aperitivo: es muy difícil decir que no a un aperitivo. Snacks variados, embutidos, frutos secos… Intenta optar por las propuestas más saludables: tomates cherry, bastones de zanahoria y apio, hummus, queso de untar… Evita los snacks salados y en embutidos, mejor algo de jamón ibérico que el fuet.
- Picoteo entre horas: hay miles de propuestas navideñas que están tentándote y diciendo cómeme, como en el libro de Alicia en el País de las Maravillas. Intenta, si tienes hambre entre horas, decantarte por una o dos piezas de frutas. O un buen puñado de frutos secos. Y no te olvides: un buen vaso de agua.
- Come despacio: sin prisas, masticando muchas veces cada bocado. Ayuda a llenarte antes.
- Mejor que cochinillo al horno o cordero lechal, ¿has pensado en pescado, pavo o solomillo magro al horno? Aportan proteínas saludables y tienen mucha menos grasa que las anteriores carnes. De acompañamiento, apuesta por las verduras al vapor o a la plancha y por las ensaladas.
- Los postres y dulces típicos de estas fiestas constituyen el grueso del peso que se gana en esta época: polvorones, mantecados, panetones, turrones… etc. No vamos a decirte que no lo comas, pero intenta reservar que su consumo sea para fechas muy señaladas, y limitándote a una o dos raciones, para evitar atracones. Si puedes, ofrece de postre fruta fresca (piña, melón) y no el almíbar, que tiene mucha más azúcar. Al terminar, date el gusto y toma una onza de chocolate negro. Te aportará un toque dulce y es el menos calórico de todos.
- Si la comida ha sido copiosa, intenta salir a dar un paseo después y evita la cena. O que tu cena sea un caldo y una pieza de fruta o yogur. Intenta compensar los excesos reduciendo la ingesta el resto del día. Si lo abundante ha sido la cena, sáltate el desayuno y no ingieras nada (salvo infusiones y agua) hasta la siguiente comida.
- Intenta limitar al máximo el consumo de alcohol (tiene un porrón de calorías) y de bebidas azucaradas.
- Si puedes, mantén tu actividad física: está bien darse un descanso pero no perder completamente la rutina.