Roncar tras el coito

¿Las mujeres también se quedan dormidas después del sexo?

Según una encuesta, el 55% de las mujeres afirma que también se queda dormida tras las relaciones sexuales, aunque es cierto que la oxitocina que se produce tras el orgasmo puede afectar de forma diferente a mujeres y hombres.

Pareja en la camaiStock

Si hay una escena de sexo recurrente en las comedias románticas (casi siempre heterosexuales) es la imagen del hombre quedándose dormido como un tronco, justo después de hacer el amor, y la de su compañera con cara de disgusto a su lado. Pero, ¿es que solo a ellos les vence el sueño tras una sesión de sexo? ¿Realmente todas las mujeres prefieren un rato de mimos y charla justo en el después?

Para salir de dudas sobre esta cuestión, la marca Platanomelón lanzaba una encuesta que recopilaba los datos de más de 19.000 usuarios al respecto. La misma desvelaba que efectivamente el 66 por ciento de los hombres se solían quedar dormidos tras el acto sexual, aunque esta confesión también la hacían el 55 por ciento de las mujeres. Es decir, que aunque puede haber una diferencia por sexo, en líneas generales, es habitual que apetezca echar una cabezadita.

La respuesta a esta idea la aporta la sexóloga María Hernando: “Durante el orgasmo todos, hombres y mujeres, liberamos endorfinas y oxitocina, dos hormonas que nos dejan muy relajados y con una sensación profunda de bienestar”. Si bien matiza que no todos los casos son iguales, sobre todo en las mujeres, puesto que la oxitocina si afecta de forma diferente por géneros, generando en algunos casos un pico de actividad, además de más ganas de interactuar con la pareja. Aun así, la sexóloga aclara que al final también depende de cada persona y que hay mucho mito al respecto. Y es que aunque muchas de ellas confesaban que le hubiera gustado quedarse hablando con su pareja, la realidad es que más de la mitad se quedan igualmente dormidas.

No todas las mujeres necesitan mimos después del sexo, ni los necesitan a todas horas, igual que los hombres”, aclara en primer lugar María Hernando. Dejando claro que los papeles en el momento post no están tan tipificados, también cabe tener en cuenta que a la hora de quedarse KO tras el orgasmo influyen muchos más factores y no depende solo del género.

“Depende de cómo ha ido el día, el tipo de relación que se tenga con la pareja sexual (no es lo mismo una relación sexual esporádica, que una pareja estable) y el tipo de relación sexual que se ha tenido, si está más vinculada a la pasión, al romanticismo, a la intimidad de la pareja, etc.”, es decir, que no hay una única explicación al respecto.

Pareja durmiendo | iStock

Pese a todo ello, la realidad es que por norma general las parejas no tienen en cuenta el efecto de las hormonas en nuestro comportamiento, y si un miembro de la pareja quiere hablar y el otro dormir, suele haber malentendidos al respecto.

“Que una persona de la pareja se quede frita después del sexo y deje a la otra con la palabra en la boca es una causa de discusión bastante común. Como decimos, una opción es culpar a las hormonas”, aunque eso no quita que sea necesario hablar de cómo nos sentimos cada uno y aclarar las cosas.

Otra cuestión a tener en cuenta son los mitos románticos que hay no solo en torno al propio acto sexual, sino al momento después del mismo.

“Dormirse se asocia al desinterés, porque se han recibido muchos inputs erróneos acerca de cómo deben ser las relaciones sexuales idílicas. En las películas, por ejemplo, los amantes tienen largas noches de desenfreno sin descanso. Es un error pensar que si mi pareja se duerme después del sexo es porque no me quiere o solo me quiere para eso, más bien, deberíamos pensar algo así como: lo hemos pasado tan bien que necesitamos descansar para reponer fuerzas”.

De esta forma, la experta concluye: “La educación sexual y la ciencia en materia de sexualidad nos ayudan a romper con estas falsas creencias. En este sentido, después del sexo es muy probable que se concilie el sueño con más facilidad porque como decimos la sensación de relajación y bienestar es muy profunda. Dormir juntos/as y abrazados es una manera de promover la intimidad y la confianza entre ellos”.