PUEDE PERJUDICAR TU SALUD

Por mucho frío que haga, no es bueno dormir con la calefacción puesta: estos son los motivos

En invierno son muchas las personas que enchufan sus radiadores para calentar la casa y estar a gusto por la noche. Sin embargo, dormir con la calefacción puesta es perjudicial para la salud, por lo que existen otras formas para entrar en calor. A continuación, te explicamos cómo.

Durante las épocas de frío lo más habitual a la hora de dormir es dejar la calefacción encendida para no enfriarse durante la noche. Por lo que seguro que cada noche enciendes el calefactor o la calefacción para que las habitaciones estén calentitas y así poder dormir bien y evitar pasar demasiado frío.

Sin embargo, debes saber que este hábito no es tan buena idea como parece, ya que el uso excesivo no es la mejor solución para el frío, porque puede provocar el efecto contrario en la salud.

Si hace demasiado calor en la habitación, el cuerpo no estará a la temperatura adecuada, por lo que no dormirás bien y te despertarás varias veces por la noche. Además, el cambio repentino de temperatura también es perjudicial para la salud, ya que una vez que salgas de tu cuarto pasarás del calor al frío en menos de un segundo.

Cómo entrar en calor sin encender la calefacción

Existe una forma para entrar en calor sin necesidad de que provenga de una fuente externa y es abrigándote más para producir tu propio calor. Por ello, se aconseja dormir con una manta o con calcetines para mantener mejor una temperatura cálida, ya que abusar de la calefacción puede además resecar el ambiente.

De hecho, no solo hace que la piel esté menos hidratada y se descame, sino que también hace que te sientas más cansado y te cueste más despejarte. Además, la sequedad del ambiente puede causarte una infección respiratoria e incluso conjuntivitis.

En caso de que sigas pasando frío mientras estés abrigado, y no tengas más remedio que encender la calefacción para entrar en calor puedes hacerlo, pero siempre y cuando la temperatura no supere los 23 grados. Eso sí, debes controlar la humedad en todo momento para que el ambiente no esté seco. Para ello, puedes usar un humidificador. No olvides ventilar la habitación por la mañana para renovar el aire de tu habitación.