TENIENDO EN CUENTA LOS MATERIALES
Puedes lavar tus zapatillas en la lavadora ya que es un método rápido y efectivo. Pero debes tener en cuenta algunas instrucciones para que no se estropeen porque entonces no solo habrás perdido tiempo, también dinero.
Es normal tener la idea de meter las zapatillas en la lavadora porque pienses que es más rápido y eficiente que lavarlas a mano. Y es verdad, pero también hay que tener en cuenta unos detalles que, si los pasas por alto pueden jugarte una mala pasada. Lo primero es saber si esos zapatos son aptos o no para el centrifugado, porque pueden romperse o deformarse. Depende mucho de si son poliéster, algodón o lona, que si aguantan el proceso de lavado, o, si de lo contrario, son gamuza o cuero, que necesitan limpiarse a mano debido a sus materiales delicados.
Una vez tengas claro que puedes lavarlas, coge tu calzado y sácale los cordones, se van a lavar por separado para que no se enreden y queden más limpios. Vas a pasar un trapo húmedo o un cepillo por el zapato para quitar el polvo o exceso de suciedades como el barro para que no se queden duros, o manchen otras prendas. Si no quieres que esto suceda, también puedes meterlos en una funda que además, los protegerá de los golpes y hará que se laven correctamente sin que se enganchen a otras camisetas o pantalones. Para su posterior lavado, utiliza un detergente suave que son menos agresivos.
Como el calor del secador puede deformar, hacer que se despeguen o derritan algunas partes, lo ideal es dejarlas secar al aire libre, en un lugar ventilado y con sombra. Un truco casero e infalible es colocar papel de periódico dentro para que absorba la humedad y mantenga la forma. Otro método es dejarlas colgadas o posicionarlas de manera vertical para que el aire entre por todos lados y el agua caiga hacia abajo. Intenta ser paciente porque puede llevar horas e incluso días dependiendo de los materiales.