ALIMENTACIÓN SALUDABLE
El pescado suele presentar muchas dudas a las familias a la hora de introducirlo en la alimentación de sus hijos por las posibles alergias, el peligro de las espinas y la existencia de algunas especies que pueden resultar tóxicas.
Como es sabido por todos, el pescado es un alimento que aporta muchos beneficios en la dieta de los niños debido a su composición rica en proteínas y oligonutrientes. Aquí os traigo un resumen como pediatra en el que recojo todos sus beneficios, que superan con creces su posibles riesgos.
El pescado es un alimento con un perfil nutricional muy sano debido a su composición. Aporta a la dieta de los más pequeños:
Según el porcentaje de materia grasa que tienen, clasificamos el pescado en:
"El pescado azul se introduce un poco más adelante porque no se suele añadir al puré".
Desde que empieza la alimentación complementaria, en torno a los 6 meses de vida. Antiguamente se demoraba la introducción del pescado en la alimentación complementaria por el potencial alergénico que tiene. Actualmente, se ha demostrado que las alergias son debidas a una susceptibilidad individual por lo que no hay motivo para demorar su introducción.
Consejos para introducir el pescado en la dieta de los niños:
Habitualmente los pediatras recomendamos introducir el pescado hervido y triturado con verduras en puré. Se recomienda empezar con el pescado blanco ya que su sabor es más suave y de más fácil digestión. Se pueden realizar purés con merluza, rape, bacalao… El pescado azul se introduce un poco más adelante porque no se suele añadir al puré.
En el caso de realizar BLW (Baby Lead Weaning) se puede comenzar directamente con el pescado triturado con verduras en formato de albóndigas, hamburguesas o barritas.
Cuando el niño ya coja trocitos pequeños con las manos se puede ofrecer el pescado desmenuzado, siempre prestando atención en retirar escamas y espinas.
Para facilitar la tarea, existen preparados congelados limpios de piel y espinas como son los filetes o los medallones.
Los pescados de gran tamaño no están recomendados por su alto contenido en mercurio, que es un contaminante ambiental. Cuando se deposita en el agua puede ser ingerida por los peces, en mayor cantidad por los grandes depredadores y aquellos que viven durante más tiempo.
Estos pescados son:
Una ingesta elevada de mercurio es tóxica para el sistema neurológico, locomotor e inmune por lo que se desaconseja el consumo de estos pescados en niños menores de 10 años, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Para los niños de 10 a 14 años debemos limitar el consumo de estos pescados a menos de 120 gr al mes.
Respecto a los pescados en conserva, es preferible esperar hasta el año de vida por su contenido en sal. Pero cabe saber que el atún en lata suele ser blanco (de menor tamaño) por lo que su contenido en mercurio es más bajo y su consumo con moderación no supone un peligro para los niños.
Se recomienda consumir pescado unas 3-4 veces a la semana variando entre pescado blanco y azul. Puesto que se trata de una proteína animal cabe recordar que no se deben exceder las cantidades máximas recomendadas que varían con la edad: