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Medicamentos y niños: Consejos para una correcta administración

¿Se deben de seguir los horarios de los medicamentos a rajatabla? ¿Qué pasa si un peque no es capaz de tomarse los medicamentos que necesita? Todas las respuestas a las dudas más frecuentes que recibo como pediatra.

Medicamenyto pediátricoiStock

Cuando los pediatras pautamos algún tratamiento oral para los niños pocas veces pensamos en los problemas que puedan surgir en su administración. En ocasiones los niños se niegan a ingerir el medicamento o lo vomitan, o es difícil compaginar los horarios impuestos con las rutinas del niño. En este caso, los padres se encuentran con la duda de qué hacer y se preocupan con razón.

Cómo dar medicamentos a un niño que no quiere tomárselos

En primer lugar, es de vital importancia el que los padres se mantengan firmes en la necesidad de tomar el medicamento y le expliquen al niño que tiene que tiene que tomarlo para que mejore.

Si se trata de un niño escolar se le puede dar la opción de elegir cómo quiere tomarlo (en vasito, en jeringa…) o si lo quiere tomar de golpe o en dosis fraccionadas. Felicitarlo cuando se lo tome por lo bien que lo ha hecho puede suponer un refuerzo positivo para futuras ocasiones.

Si se trata de un bebé o un niño menor de 2 años se debe sujetar por uno de los padres en posición semisentada (unos 45º) para evitar el atragantamiento y administrar el medicamento con jeringa por la parte lateral de la boca (entre mejilla y lengua) a pequeñas cantidades. En estos niños también se podría hacer uso de dispositivos como el chupete medicinal en el que se puede adaptar la jeringuilla.

¿Qué pasa si un niño no sabe tomarse los medicamentos?

En el caso de que el niño vomite habitualmente las medicinas, recordar que existe la posibilidad de administrar supositorios en algunos casos (paracetamol) por vía rectal. En este caso hay que introducir primero la parte plana o roma (al contrario de lo que se piensa) para evitar que el niño lo expulse al contraer el ano.

En el caso de que el niño continúe sin tolerar un medicamento que se considere esencial para su curación, como por ejemplo el antibiótico en el caso de una neumonia, una infección de orina, etc. se deberá reconsultar con el pediatra para valorar su administración por otra vía (intravensoa, intramuscular...).

¿Se pueden mezclar los medicamentos con alimentos?

En líneas generales, la mayoría de medicamentos que se administran a los niños se pueden mezclar con otros alimentos de su elección para enmascarar su sabor sin que afecte a su efectividad. Se suelen elegir alimentos dulces y de fácil digestión: yogur, compota de manzana, flan, helado…

No es conveniente introducir el medicamento mezclado con leche en el biberón ya que el niño puede no tomarse completamente el contenido y no se podrá determinar cuánta cantidad ingirió. Además, esta manera puede hacer que el niño adquiera fobia a la leche.

¿Se tienen que dar los medicamentos estrictamente cada 8 horas?

Aquí se puede aplicar el sentido común. Aunque los pediatras recetemos un antibiótico cada 8 horas debido a la vida media del medicamento lo cierto es que este horario se puede adaptar al horario habitual del niño sin tener que despertarlo a las 2 de la madrugada para dárselo (lo cual dificultaría tolerancia).

Lo recomendado es intentar darlo en las comidas principales (desayuno, comida y cena) dejando como mínimo unas 6 horas entre tomas. Aquí lo importante es que se tome la dosis diaria pautada en 24 horas y que la duración sea la correcta (cumplir 7 o 10 días de tratamiento).

¿Qué medicamentos hay que dar antes de las comidas y cuáles después?

En la mayoría de medicamentos que usamos en niños se recomienda la administración antes de las comidas para mejorar su absorción y para que si vomitan por el medicamento no se vomite la ingesta. Como excepción a esto, los medicamentos antiinflamatorios como los corticoides o el ibuprofeno pueden dañar el estómago vacío por lo que la recomendación es administrarlos tras la ingesta.

¿Qué hacer si el niño vomita después de haber tomado un medicamento?

En este caso la duda surge en saber si hay que volver a repetir la dosis pautada o no.

De forma orientativa:

  • Se considera que el medicamento se ha absorbido si han pasado más de 30 minutos desde la toma hasta el vómito y no habría que repetir la dosis.
  • Si han pasado menos de 30 minutos desde la ingesta, se debería repetir la toma completa puesto que la mayoría de medicamentos están dosificados a unas dosis muy alejadas de las tóxicas y suponemos que la absorción ha sido escasa.