MATERNIDAD A FLOR DE PIEL

Una matrona explica cómo una mala experiencia dando a luz condiciona el postparto y la lactancia

Las experiencias durante el parto pueden condicionar las vivencias posteriores, sobre todo en lo que respecta a la salud mental de la madre y a la relación con el bebé.

Una mujer durante el partoiStock

En el momento en el que nace un bebé, el cuerpo de la madre produce cantidades enormes de oxitocina, también llamada hormona del amor u hormona del vínculo. La oxitocina es una hormona neuroendocrina, e impregna el cerebro de la madre y el recién nacido. En este momento, esta hormona va a ayudar a crear ese vínculo entre ambos, favoreciendo una fuerte conexión emocional. Además, va a ayudar a que la madre se sienta eufórica, con confianza y con instinto maternal para proteger a su criatura.

Esto es lo que la biología de nuestro cuerpo tiene preparado para nosotras. Pero no siempre ocurre así de bien. ¿Por qué? Porque existen múltiples factores que pueden interferir en este proceso.

Experiencias de parto negativas

  • Experiencia de parto traumático, difícil, largo o poco respetado: Mujeres que se enfrentan a altos niveles de estrés durante su parto, con elevados niveles de adrenalina, por percibir una situación de amenaza hacia su vida o hacia su bebé, o por recibir un trato inadecuado por parte de los profesionales sanitarios, pueden llegar a desarrollar un trastorno de estrés postraumático. En estas situaciones, las madres pueden experimentar dificultad en la relación con su bebé o incluso con ellas mismas.
  • La medicalización del parto: Los estudios han visto que la administración de oxitocina sintética durante el parto influye negativamente en la cantidad de oxitocina endógena que la madre genera durante el posparto. Por lo tanto, no sólo tiene efectos durante el nacimiento, sino que podrían alargarse más allá del día del parto.
  • La salud del bebé: Si el bebé nace y tiene que ser ingresado en neonatología, no se produce el piel con piel inmediato y además supone un evento muy estresante para la madre. Esto influirá directamente en la cantidad de oxitocina que se libera, y que podría condicionar el inicio del vínculo madre-bebé.

Aunque aún queda mucho por investigar, los estudios indican que estas situaciones pueden estar relacionadas con mayor riesgo de desarrollar depresión posparto, ansiedad, o dificultades para iniciar la lactancia materna.

Cómo sanar las heridas internas después de una mala experiencia de parto

Se calcula que 1 de cada 5 madres pueden estar pasando por una situación así, en la que su tipo de parto, sus experiencias personales o la salud de su bebé, han condicionado el posparto, la lactancia o el vínculo. Si eres una de ellas, puedo darte algunos consejos:

  • Sé buena contigo misma, agradécete todo lo que has hecho para llegar hasta aquí.
  • Date tiempo y espacio. El vínculo se establecerá poco a poco, no tienes que forzarlo.
  • Pasa mucho tiempo en piel con piel con tu bebé, ya que ayudará a tu cerebro a liberar grandes cantidades de oxitocina.
  • Pide ayuda si tienes dificultades con tu lactancia materna. Tu situación personal ha podido hacer que esté siendo aún más difícil, pero la ayuda de un profesional te orientará para solucionar los problemas que estéis teniendo.
  • Acude a grupos de apoyo al posparto y la lactancia. Hablar con otras mujeres que se encuentran en tu misma situación puede reconfortarte.

  • Busca ayuda de una psicóloga perinatal. A veces no podemos con toda solas, y necesitamos alguien que nos ayude a que el camino sea más fácil.