SANGRE DEL BEBÉ
Cuando un bebé nace, el cordón umbilical sigue latiendo y, en cambio, se suele cortar inmediatamente. Te cuento por qué debemos evitar esta práctica y qué beneficios tiene esperar a que el cordón deje de latir.
Antes de empezar a hablar de los beneficios que tiene cortar el cordón umbilical una vez ha dejado de latir, y no antes, hay que entender cómo funciona la circulación del bebé cuando está dentro del útero.
Intraútero, el bebé depende de un órgano formado exclusivamente para su gestación: la placenta. La placenta realiza funciones endocrinas (produciendo hormonas), de barrera (protegiéndole del paso de tóxicos e infecciones), y también actúa como pulmones (realizando el intercambio de gases en la sangre).
El cordón umbilical conecta al bebé con la placenta, y por lo tanto es parte de su sistema circulatorio. Esto es muy importante tenerlo claro: el cordón umbilical no es un ente independiente al bebé, sino que es parte de su circulación.
El cordón umbilical está formado por 2 arterias y una vena: las arterias llevan la sangre hacia la placenta, eliminando los productos de desecho del bebé; la vena lleva la sangre oxigenada y rica en nutrientes desde la placenta hacia el bebé.
Como hemos dicho, cuando el bebé está dentro del útero no realiza el intercambio de gases (aportar oxigeno a la sangre y eliminar el dióxido de carbono) en los pulmones, porque estos aún no están funcionando. Es la placenta la que hace esta función, es decir, el bebé tiene un sistema circulatorio extracorpóreo (fuera de su cuerpo).
Una vez hemos entendido cómo funciona la circulación del bebé dentro del útero, y sabiendo que parte de esa circulación está fuera de su cuerpo, llegamos al siguiente punto importante: "La sangre del cordón es sangre del bebé, forma parte de su sistema circulatorio". Por lo tanto, una vez el bebé nace es necesario esperar a que esa sangre vuelva a su cuerpo...¡porque es suya!.
Una vez fuera del útero, los pulmones comienzan a funcionar y la placenta deja de ser útil. Así, la sangre que estaba en el cordón vuelve al cuerpo del bebé. Si pinzamos el cordón nada más el bebé nace o sin esperar a que deje de latir, estamos interrumpiendo el proceso fisiológico que sucede de forma natural, y estamos quitándole al bebé parte del contenido de su sangre.
Pinzar el cordón de forma precoz es una actuación rutinaria que se introdujo en la asistencia hospitalaria sin ningún tipo de evidencia científica y sin demostrar que fuese segura o beneficiosa para el bebé. Igual que otras tantas intervenciones en el parto, se ha demostrado a posteriori que cortarlo nada más nacer, sin esperar a que deje de latir, no aporta beneficios, sino riesgos.
Actualmente, la evidencia nos refuerza que el proceso fisiológico de no tocar el cordón hasta que toda la sangre vuelve al bebé, es lo más seguro:
Por lo tanto, la sangre que circula por el cordón umbilical no es un producto de desecho ni algo que sobre, es sangre del bebé. El lugar donde tiene que estar y donde aporta más beneficios, es el lugar al que pertenece: el cuerpo del bebé.