¿MITO O REALIDAD?
Algunas creencias señalan que beber demasiada agua mientras comemos puede ser nocivo para nuestra salud.
Cuando nos sentamos a la mesa alrededor de una buena comida, la bebida no puede faltar y aunque se pueda acompañar a esta con un refresco, una copa de vino o cerveza, el agua suele ser la bebida imprescindible para acompañar los alimentos.
En ocasiones, si la comida no nos satisface o resulta demasiado salada se suele tender a beber mucha más agua. Para disimular el sabor, llenar de alguna forma el estómago y comer menos o saciar la sed provocada por el exceso de sal. Sin embargo, existe la creencia de que beber agua de forma excesiva durante las comidas no es lo más saludable.
Algunas de estas convicciones están basadas en que supuestamente el agua diluye los jugos gástricos que se encargan de procesar los alimentos en nuestro estómago y aunque este hecho es real, no se diluye lo suficiente como para que pueda afectar negativamente a nuestra digestión.
Mito o realidad: ¿Beber agua es malo durante las comidas?
Seguramente hayas escuchado en alguna ocasión que no es bueno beber agua antes de comer o incluso durante las comidas ya que este hecho puede afectar a la digestión. Sin embargo, es una creencia falsa según señaló al 'Washington Post' la Doctora Deborah Proctor, miembro de la Asociación Americana de Gastroenterología (aga). "Incluso si tienes el estómago lleno de agua, no interferirá con la digestión de la comida". De hecho, afirma que incluso beber agua entre las comidas puede incluso beneficiar la digestión sobre todo a la hora de masticar y tragar los alimentos.
Potomanía: los riesgos de beber mucha agua
No obstante, beber demasiada agua en general si puede ser peligroso para nuestra salud. Los expertos recomiendan beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día para mantener una buena hidratación. Sin embargo, existe un trastorno llamado Potomanía, que el que lo padece tiene la necesidad de consumir mucha cantidad de líquido sin que tenga una clara sensación de sed tal y como nos explicó la psicóloga Montse Armero.
"Un consumo excesivo de líquidos es nocivo para la salud, ya que puede alterar el funcionamiento de los riñones, el equilibrio entre fluidos y el nivel de electrolitos del organismo", destaca la psicóloga.
Por tanto, aunque el consumo excesivo de agua puede llegar a ser peligroso si se desarrolla una Potomanía, en general si bebes mucha agua durante tus comidas no debería afectar de forma negativa a tu digestión, al contrario, podría favorecerla.
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