PODOLOGÍA
Aunque sean comodísimos, los "descansos" no son como unas zapatillas que puedas usar a diario. En NovaMás entrevistamos a expertos en podología para contarte por qué no debes usar botas apreski cada día.
¿Qué tienen las botas de nieve que nos gustan tanto? Desde las míticas Moon Boot de los 70, hasta la nueva colección de esquí low cost de Zara - polémica por su campaña publicitaria -, los conocidos popularmente como "descansos" se han convertido en un objeto de deseo estas últimas temporadas de invierno (aunque apenas haya nevado).
Y es que, más allá de las firmas especializadas en deportes de montaña, los "descansos" han empezado a conquistar las marcas streetstyle, siendo el centro de atención allí donde se luzcan, ya sea en su versión más chunky, con cordones y colores llamativos, o más chic, hechos de piel o con materiales metalizados.
En la calle, las botas de descanso tienen ese 'je ne sais quoi' irreverente y un poco elitista de las fiestas après ski que, bien combinadas, se convierten en el complemento perfecto para potenciar tu outfit invernal. Y lo bueno es que no hace falta haber puesto un pie en Baqueira Beret en la vida.
Nos encantan por su diseño impermeable, acolchado, con plataformas y suelas antideslizantes que son como un abrazo mullidito y calentito para nuestros pies, pero ¿hasta qué punto es bueno llevar botas de nieve a diario? ¿Las podemos lucir por el asfalto de la ciudad, aunque no haya nieve?
En Novamás entrevistamos a Jaime Larraz Huerta, especialista en podología, responsable de Podoactiva Alcobendas y miembro de Top Doctors, y a la podóloga deportiva Idoia Pascalet Platja para resolver todas tus dudas sobre el calzado más must de esta temporada de invierno.
Empecemos por el principio, ¿por qué los "descansos" son tan cómodos?
Como su propio nombre indica, los "descansos" nos ayudan a descansar los pies tras una jornada de esquí o snow, pero ¿qué es lo que los hace tan cómodos? Para el doctor Larraz la respuesta es muy sencilla: la horma del calzado.
"Después de utilizar unas botas de esquí que, por lo general, suelen ser rígidas para proteger el pie, necesitamos un zapato que nos dé confort, con una horma ancha que ofrezca el espacio suficiente para movilizar el pie", explica el podólogo.
Otra característica importante, según Idoia Pascalet, es su blandura: "son botas muy blandas, con tejidos suaves en su interior que, después de un día de snow o esquí donde los pies están hinchados y fatigados, proporcionan una gran satisfacción y libertad".
¿Es bueno llevar "descansos" a diario?
Las botas apreski triunfan tanto que ya ni nos sorprende que alguien las lleve por la calle - incluso en ciudades en donde sería una completa locura que nevara -, pero ninguno de nuestros profesionales entrevistados las recomienda para un uso diario ni un terreno que no sea el adecuado.
"Los 'descansos' son aconsejables para temperaturas muy bajas y terrenos resbaladizos, pero para otras épocas del año o situaciones no son recomendables. Es mejor optar por calzados más transpirables y que se adecúen al terreno o situación", afirma el podólogo.
Según Larraz, las botas de descanso son cómodas y cuentan con aislante térmico, sin embargo, pueden ser "un poco pesadas y no son para épocas calurosas ni para largas caminatas". "Además, por lo general, suelen tener un drop bajo (altura de talón) y eso puede provocar, en algunos pacientes, alteraciones en la biomecánica de la marcha", añade.
En este sentido, la podóloga Pascalet explica que, por su composición, no es bueno calzar "descanso" a diario "ni a nivel biomecánico, por riesgo a torceduras de tobillo, dedos en garra y, sobre todo, por la limitación de la flexión de la suela, que provoca una marcha plantígrada (sin flexión de tobillo y mucha flexión de rodilla); ni a nivel dérmico, por hiperhidrosis (mucho sudor), aparición de hongos, etcétera".
Tips para elegir unos buenos "descansos"
Sabiendo todo esto, ¿qué tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir unos buenos "descansos" para nuestros pies? "Lo más importante es que no sean excesivamente anchos, ya que, sino, el pie podría bailar dentro de la bota y la marcha se volvería inestable con los dedos en garra", comenta Pascalet.
"También es importante que el calzado nos permita la flexión de la parte delantera de la suela para que podamos realizar el paso completamente sin sobrecargar la rodilla", continúa.
"Si tiene sistema de sujeción con cordones o velcro, mejor. Y, sobre todo, darles el uso que tienen, de descansar los pies y no de zapatillas de diario", concluyen ambos podólogos.