DERMATOLOGÍA

¿Los lunares con pelos son peligrosos?

Existe la creencia de que los lunares con pelo son peligrosos y podrían tener mayor riesgo de ser malignos. Pero, ¿qué tiene de cierto esta afirmación? La dermatóloga y creadora de contenido Leire Barrutia tiene la respuesta.

Los lunares con pelo son una característica común en la piel de muchas personas. Estos pequeños crecimientos pigmentados a menudo generan preocupación debido a la creencia generalizada de que podrían ser peligrosos o incluso cancerosos. Sin embargo, debemos consultar la opinión de los especialistas antes de sacar conclusiones precipitadas.

La Dra. Leire Barrutia, creadora de contenido especializado en dermatología, ha tratado este tema en una de sus últimas publicaciones. En un Reel, la dermatóloga asegura que las preguntas como "¿Es normal que los lunares tengan pelos?"o "¿Tienen mayor riesgo de ser lunares malignos?", son muy habituales. Y la respuesta es no.

"Que los lunares tengan pelos es completamente normal y no indica, en ningún caso, que tengan mayo probabilidad de ser lunares malignos", afirma de forma categórica. Ahora bien, eso no significa que no se deban controlar. Igual que los lunares sin pelo, es importante examinarlos de forma recurrente e ir al médico si presenta cualquier cambio, como un aumento de tamaño, cambio de color o forma irregular. Esto sí podría indicar un riesgo potencial.

¿Los lunares con pelo se pueden depilar?

Una vez sabemos que los lunares con pelo son iguales que cualquier otro, puede surgirle otra duda: ¿se pueden depilar? Según la doctora, sí, pero recomienda no arrancarlos de raíz, pues, al volver a crecer, el pelo deberá atravesar el lunar y esto puede dar lugar a "episodios de inflamación del lunar o de foliculitis".

Lo más recomendable para evitar complicaciones, es recortarlos con una tijera, pero ten mucho cuidado, no vayas a hacerte una herida al cortar.

La importancia de la autoevaluación y el seguimiento médico

Como hemos comentado antes, independientemente de si un lunar tiene pelo o no, es fundamental practicar la autoevaluación regular de la piel para detectar cualquier cambio sospechoso.

Una forma fácil de analizar todos los lunares de tu piel es siguiendo la regla del ABCDE:

  • A - Asimetría: Un lunar benigno generalmente tiene una forma simétrica, lo que significa que se puede dividir en dos mitades iguales si se traza una línea imaginaria en el centro. Si un lunar tiene una forma asimétrica, es decir, una mitad no coincide con la otra, puede ser una señal de preocupación.
  • B - Bordes irregulares: Los lunares benignos generalmente tienen bordes suaves y bien definidos. En contraste, los bordes de un lunar canceroso pueden ser irregulares, dentados o borrosos.
  • C - Coloración variada: Los lunares benignos suelen tener un color uniforme, como marrón claro u oscuro. Los lunares sospechosos pueden tener una variedad de colores dentro del mismo lunar, incluyendo áreas de marrón oscuro, negro, rojo, azul o blanco.
  • D - Diámetro: En general, los lunares benignos son pequeños, con un diámetro de menos de 6 milímetros. Si un lunar es más grande que eso, especialmente si sigue creciendo, puede ser motivo de preocupación.
  • E - Evolución: Se refiere a cualquier cambio en el lunar con el tiempo. Si un lunar experimenta cambios en tamaño, forma, color, elevación, picazón, sangrado o cualquier otro cambio significativo, es importante consultarlo con un dermatólogo.