MUY HABITUAL
"Doctora, mi hijo se despierta por las noches quejándose de que le pica el culete". Este síntoma es frecuente en los niños menores de 10 años y a los pediatras nos hace sospechar casi inmediatamente de la presencia de lombrices.
Las lombrices pueden llegar al intestino de los más pequeños de varias formas y ocasionar una infección de carácter leve pero muy molesta por los síntomas que produce.
Las lombrices, también llamadas oxiuros, son unos parásitos que habitan en el intestino humano. Son pequeños gusanos del tamaño de una grapa, finitos y de color blanquecino que en ocasiones se pueden visualizar alrededor del ano de una persona infectada, sobre todo por la noche.
Cuando un niño se contagia por la ingesta accidental de los huevos de este parásito, estos huevos se desarrollan a nivel del intestino delgado produciendo larvas que viajan por el intestino hasta el intestino grueso y dan lugar a gusanos adultos.
Las hembras de este gusano salen a través del ano por la noche para poner nuevos huevos en la zona perianal, lo que ocasiona molestias a los niños que las sufren como: picor perianal y genital de predominio nocturno, sonambulismo, pesadillas, irritabilidad…
El picor anal provoca que los niños se rasquen la zona y los huevos queden debajo de las uñas pudiendo iniciar el ciclo de nuevo cuando se meten los dedos a la boca.
La infección por lombrices no suele provocar síntomas digestivos como dolor abdominal, diarrea, fiebre o falta de apetito.
Al contrario de lo que se piensa tradicionalmente, las lombrices no se contagian por la ingesta de dulces o chocolates, ni tampoco las transmiten los animales domésticos ni son signo de mala higiene o suciedad.
Las lombrices se contagian a través de sus huevos, cuya cubierta es pegajosa pudiendo permanecer adheridos a diferentes superficies de 2 a 3 semanas, principalmente ropa, sábanas o baños.
Pueden contaminar también objetos y alimentos por lo que el contagio entre niños es frecuente ya que no existe una adecuada higiene de manos, que a menudo van a la boca.
El tratamiento es sencillo y eficaz. Consiste en una dosis de antiparasitario oral (jarabe) que mata a las lombrices adultas y repetir la misma dosis a las 2 semanas para erradicar los huevos y larvas que hayan podido quedar latentes en el intestino.
A parte de esto, para evitar la recurrencia aconsejamos: