Llorar puede tener múltiples significados. Puede tratarse de la expresión de tristeza, dolor, queja o lamento o puede ser una alarma para que las personas cercanas sepan que necesitamos apoyo. Por otro lado, desde el punto de vista fisiológico, las lágrimas también ayudan con la hidratación de los ojos y producen un efecto calmante.
Las personas lloran con distinta frecuencia e intensidad y también por causas muy diversas. Estas diferencias están influidas por lo que aprendemos de niños sobre el significado del llanto. Se trata de un mecanismo que aparece de forma natural desde el comienzo de nuestra vida. En esta línea, encontramos que, para los bebés, el llanto es prácticamente su única herramienta de pedir ayuda para que se satisfagan sus necesidades. Los bebés no tienen otras herramientas de comunicación. Por tanto, desde una temprana edad se van creando significados asociados a este tipo de expresión emocional. Por ejemplo, las mujeres lloran más que los hombres y encontramos dos explicaciones asociadas a este acontecimiento:
- Explicación biológica: la testosterona (que es la principal hormona sexual en los hombres) promueve la inhibición del llanto, mientras que la prolactina (hormona más elevada en mujeres) puede reforzar el llanto.
- Explicación ligada al aprendizaje: socialmente, las mujeres cuentan con más libertad a la hora de llorar, es decir, se les permite más, ya que en los hombres puede verse todavía como un signo de debilidad. Por suerte, esta idea poco a poco se va desvaneciendo en la sociedad.
Las personas adultas tenemos más herramientas de comunicación a parte del llanto, pero lo seguimos utilizando tanto para comunicarnos, como para otras múltiples funciones. Las personas con un apego seguro y con altos niveles de empatía se sienten más cómodas a la hora de expresar sus emociones (incluso mediante el llanto), mientras que las personas con apego inseguro pueden llorar de manera inapropiada o incluso inhibir el llanto, lo cual supone un peligro para la salud, pudiendo producir cuadros depresivos.
Tipos de lágrimas
Llorar es específicamente el acto de derramar lágrimas y su significado será distinto dependiendo del tipo de lágrimas del que se trate. Existen 3 tipos de lágrimas, que son las que se describen a continuación:
- Lágrimas basales: son lágrimas fisiológicas con 3 capas (mucosa, acuosa y aceitosa) con un gran contenido proteico que permite mantener los ojos húmedos y lubricados. Además, estas lágrimas protegen al ojo de sustancias medioambientales como el polvo.
- Lágrimas reflejas: al igual que las anteriores, también son lágrimas fisiológicas que contienen las mismas capas, pero con una porción acuosa más grande y cuya característica principal es la gran cantidad de anticuerpos que contienen, con la función de proteger al ojo de ataques externos de microorganismos que puedan producir algún tipo de daño o agresión al ojo como determinados gases o sustancias químicas, por ejemplo, las lágrimas que aparecen al pelar una cebolla.
- Lágrimas emocionales: estas lágrimas son completamente distintas a las anteriores, ya que aparecen como respuesta a determinadas emociones como una forma de expresión. El hipotálamo interpreta la emoción y envía la orden de fabricación de lágrimas a los órganos oculares. Su composición permite la liberación de determinadas hormonas (endorfinas como la leucina y la encefalina) que facilitan la sensación de alivio, actuando como un analgésico natural.
Beneficios de llorar
¿Todavía tienes dudas sobre si llorar es bueno o malo? A continuación, te explicamos concretamente cuáles son sus beneficios:
Autoconocimiento: el llanto te permite tener un momento de introspección en el que te preguntas qué es lo que te está haciendo daño. Este tiempo para ti, te permite conocer cuáles son tus debilidades y analizar tus fortalezas y recursos para enfrentarte a las adversidades.
- Alivio emocional: cuando sentimos una emoción muy intensa, la cantidad de energía que creamos puede alterarnos, por tanto, el llanto puede permitirnos descargar toda esa energía acumulada y ayudar a desahogarnos.
- Supervivencia y comunicación: llorar a menudo nos permite saber que algo no va bien y merece nuestro tiempo para gestionarlo y, además, nos permite generar empatía en las personas que nos rodean para que nos brinden su ayuda y apoyo. Es una llamada a la empatía.
- Equilibrio hormonal: cuando las emociones son muy intensas, las hormonas también lo son, por lo que en esas situaciones aparece el llanto con el fin de activar el Sistema Nervioso Parasimpático (SNP), el cual genera relajación y descanso al cuerpo liberando oxitocina y endorfinas.
- Relajación y mejora del sueño: cuando lloramos, eliminamos adrenalina y noradrenalina, por lo que cuando terminamos podemos sentirnos en un estado de calma plena, con la sensación de estar relajados e incluso cansados, lo cual favorece el sueño y el descanso ante el estrés.
- Hidratación y limpieza: tal y como mencionamos en el apartado anterior, las lágrimas fisiológicas permiten que nuestros ojos permanezcan protegidos, limpios y bien hidratados, sobre todo gracias a la enzima de la lisozima o también llamada muramidasa.
En conclusión, después de haber leído este post dedicado a los beneficios del llanto, solo me queda hacerte una pregunta: ¿vas a permitirte llorar cuando lo necesites?
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