Desinfección
La lejía lleva toda la vida en nuestros hogares, pero durante la pandemia se ha convertido en nuestra mejor aliada para combatir el coronavirus.
Una de las mayores preocupaciones que tenemos actualmente a la hora de limpiar la casa es saber si realmente hemos eliminado por completo todos los virus y bacterias. La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de productos de hipoclorito de sodio para desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia y ayudar así a prevenir la propagación del coronavirus. Pero, ¿lo estamos haciendo correctamente?
Este producto es capaz de destruir en cuestión de segundos bacterias, hongos y virus, pues cuando la lejía entra en contacto con manchas, gérmenes u olores, se produce una reacción química capaz de romper las moléculas de suciedad y eliminar los microorganismos. De ahí que aprovechar al máximo su capacidad de desinfección sea ahora más necesario que nunca.
Para sacar el mejor partido a este producto y utilizarlo de forma correcta es importante seguir una serie de consejos:
1. Nunca mezcles lejía con otros productos químicos como amoniacos, ácidos o alcohol, ni tampoco con otros producto de limpieza, ya que esta mezcla puede desprender gases tóxicos. “Aunque el vinagre sea un producto natural, tampoco deben combinarse”, explican los profesionales de Conejo y Estrella, dos lejías que llevan décadas en nuestros hogares.
2. Evita el contacto con superficies de aluminio, muebles y moquetas. “Si tienes dudas puedes probar primero en una zona poco visible”. En el caso del textil, dicen los expertos, “lee la etiqueta de cada prensa y/o tejido para saber si se puede utilizar lejía sobre ellos”.
3. No es recomendable rellenar botellas o recipientes con lejía, esto podría llevar a un mal uso, o lo que es peor, a una ingestión accidental.
4. Utiliza sólo la cantidad necesaria de lejía. Añadir más de la adecuada no solo no te garantiza más poder de limpieza, sino que puede acabar en desastre y, por lo contrario, si empleas muy poca lejía no estarás aprovechando todo su poder desinfectante”. La concentración ideal es del 0,5% según la OMS, o lo que es lo mismo: 130 ml de lejía por cada 870 ml de agua.
5. Finalmente, y para asegurarnos de no correr ningún riesgo, los profesionales de Estrella y Conejo nos recuerdan utilizar guantes para evitar irritaciones, así como ventilar la casa mientras limpiamos.Baños más blancos
Además de como limpiador y desinfectante general del hogar, la lejía también tiene poder blanqueador para el cuarto de baño. El WC, el lavabo, la bañera y todos esos rincones húmedos donde se acumulan manchas ennegrecidas, pueden verse más blancos gracias a la lejía.
“Para evitar la aparición de moho en el cuarto de baño solo hay que aplicar un chorrito de lejía y dejarla actuar unos minutos”, explican los expertos. “Después, secar bien con una bayeta”. Repite el proceso en baldosas y azulejos para recuperar las líneas blancas de las juntas.
Electrodomésticos sin gérmenes ni olores
Aunque funcione con detergentes, la lavadora también se debe limpiar periódicamente para conseguir una mayor eficiencia de lavado (te lo contábamos aquí) y evitar que se acumule suciedad. Para ello, “Lo mejor es lavar el cajetín del detergente y el filtro con un poco de lejía, y el tambor con un poco de agua caliente y lejía en un ciclo normal de lavado”.
Algo similar ocurre con la nevera, expuesta a un gran número de gérmenes debido a la humedad y a los restos orgánicos. Limpiar este electrodoméstico con lejía acabará con los microorganismos. Además, al romper las sustancias malolientes producidas por los gérmenes, este producto eliminará a su vez los malos olores que hayan podido quedarse adheridos al frigorífico.