CRISIS CLIMÁTICA Y ALIMENTACIÓN
Feo por fuera, bueno por dentro. El concepto imprescindible para revertir el desecho de alimentos.
¿Sabías que cada año se descartan alrededor de 50 millones de toneladas de fruta y verdura cultivadas en Europa? Así lo indica un artículo elaborado por la Universidad de Edimburgo, el cual apunta que un tercio de todo el cultivo nunca llega al mercado por no tener una forma o tamaño adecuado.
En la misma línea, un estudio hecho por el Global Food Security Programme, de Reino Unido, estima que más de dos quintos del cultivo de frutas y verduras se desperdician porque se consideran "feas". Estas cifras colocan a los productos vegetales en el pódium de los alimentos que más se desperdician en todo el mundo.
La cuestión es; ante la dramática crisis de hambruna crónica que sufren algunos países y que provoca muertes a diario, ¿Cómo es posible que sigamos tirando comida en buen estado por su apariencia física?
Pues bien, la cadena de supermercados alemana Lidl ha decidido poner en marcha una iniciativa para cambiar estas reglas del juego. Lo hace para ayudar a los agricultores del Reino Unido, sus principales proveedores, tras la sequía que han sufrido este verano y que ha reducido enormemente sus cosechas. Pero también para frenar la barbaridad del desperdicio alimentario.
Compromiso con los agricultores
No todas las manzanas, berenjenas o pimientos tienen la forma ideal que aparece en los catálogos del supermercado o que vemos en sus estantes. La fruta y la verdura deforme existe y es igualmente saludable para su consumo. El problema es que esta nunca llega a nuestras manos porque se desperdicia antes de entrar en el mercado.
Este hecho, sumado a la gran sequía que ha acechado a Europa este verano (la peor en 500 años, según los expertos), ha provocado que el cultivo en Reino Unido quedará prácticamente en nada.
Al factor climático hay que añadir los propios mecanismos de la industria alimentaria, que eliminan los productos considerados "feos". El resultado es, para los agricultores británicos, una drástica bajada de la cosecha apta para ser vendida.
En un acto de compromiso con sus proveedores, Lidl ha anunciado que pondrá a la venta las frutas y las verduras que tengan una apariencia diferente, siempre que sus propiedades nutricionales y organolépticas se mantengan intactas.
En este sentido, la compañía ha anunciado que en sus supermercados se podrán encontrar piezas más pequeñas o con algunas deformidades. Especialmente, las patatas, las cebollas, las zanahorias, las manzanas y las coles de Bruselas, según Lidl.
Así ha defendido la campaña en un comunicado Ryan McDonnell, Director Ejecutivo de Lidl: "Los agricultores de todo el país enfrentan un gran desafío este año debido a las condiciones climáticas extremas experimentadas durante los meses de verano. Si bien la cosecha que sale puede verse y sentirse un poco diferente a lo que todos estamos acostumbrados, sigue siendo la misma gran calidad británica".
Lidl quiere reducir el desperdicio alimentario
Esta iniciativa no solo es una muestra de solidaridad con los agricultores del Reino Unido. También se pone en marcha para educar a los consumidores en la prevención del desperdicio de alimentos y familiarizarlos con el consumo de productos feos por fuera, pero buenos por dentro.
De hecho, Lidl ha anunciado que no va a categorizar estas frutas y verduras como "raras", simplemente se venderán normalmente con el resto de productos de su misma clase. Además, también ha animado a los otros supermercados a seguir su propuesta.
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