PROBLEMAS DE ASFIXIA
Una niña de 18 meses fallecía en Valencia mientras comía un plato de habichuelas. Alimentos como las salchichas, las uvas o el jamón suelen ser los más nombrados cuando se habla de atragantamiento en niños pequeños. Pero, ¿Presentan las habas o judías algún tipo de peligro?
El atragantamiento es un problema muy común en los niños, por lo que existen muchas listas de alimentos con los que debemos tener especial cuidado. Sin embargo, el alimento que ha causado un nuevo atragantamiento mortal no lo habíamos visto nunca en estas listas.
Una niña de 18 meses sufrió un atragantamiento mientras comía un plato de judías en el comedor de una escuela infantil de Valencia. La pequeña tenía dificultades para respirar, por lo que los trabajadores del centro llamaron a emergencias. El personal sanitario tuvo que trasladarla al hospital donde, tras una operación de urgencia, terminó falleciendo.
No es frecuente un atragantamiento en niños por culpa de este alimento. En un principio, las judías no suponen un peligro, ya que se cocinan y quedan totalmente blandas. Este hecho nos lleva a lo conclusión de que la precaución debe ser máxima en todo momento.
Si el tamaño de la habichuela es pequeño, podría suponer un problema, por lo que se debe tener especial cuidado. Al morderse puede resbalar y moverse por la boca hasta llegar a la tráquea. Además, en algunas ocasiones, la piel de la legumbre se suelta durante la cocción, por lo que podría adherirse a las paredes y provocar asfixia.
El atragantamiento es común en niños menores de tres años
El atragantamiento es debido a que los niños aún no han generado un completo desarrollo. Su dentadura está incompleta, por lo que no pueden triturar los alimentos de manera correcta, y sus vías respiratorias tienen un diámetro bastante pequeño. Además, a edades tempranas aún no se ha desarrollado la capacidad de deglución.
Debemos intentar que los más pequeños cuenten con unas buenas prácticas a la hora de comer: Masticar mucho y despacio, y permanecer sentados. Además, también hay que prestarles atención en todo momento y evitar posibles estímulos que les distraigan.
Alimentos que pueden causar atragantamiento en niños
Salchichas. Su forma es cilíndrica, similar al tamaño de las vías respiratorias, por lo que suponen un problema para los más pequeños. Se deben cortar en forma de semicírculo, es decir, a lo largo. De esta manera, en un posible caso de atragantamiento, no se obstruiría toda la vía.
Uvas. Su tamaño también es un problema para las vías respiratorias. Sin embargo, al tratarse de una fruta redonda puede resbalar por la boca y producirse un atragantamiento. Por ello, la mejor forma de que los niños la coman es cortarla a trozos alargados.
Palomitas de maíz. Aunque a simple vista no supongan un problema, aquellas que no terminan de explotar tienen el tamaño ideal para colarse por las vías respiratorias y generar una posible infección.
Frutos secos. Son muy duros para los niños, por lo que acaban tragándose trozos bastante grandes. Por este motivo, se recomienda molerlo durante los primeros años de vida.
Jamón serrano. Este alimento es protagonista de muchos sustos. El jamón se deshace fácilmente en la boca y se separa de la parte más grasa, la más difícil de ingerir. Los niños lo deben comer desmenuzado sin la grasa.
Manzana. Las frutas duras se tienen que morder repetidamente para poder ingerirlas, proceso que a los más pequeños les cuesta bastante por la falta de maduración de sus dientes. Por ello, es posible que traguen un trozo más grande que pueda suponer un problema. Por lo tanto, la mejor forma de comerlas en edades tempranas es cortada o triturada.
Pescado. Se trata de un alimento muy necesario para el correcto funcionamiento de los niños, pero muy complicado de ingerir. Se necesita mucha precaución a la hora de quitar todas las espinas, ya que son un posible motivo de infección.
Galletas. Morder este alimento es una tarea costosa para los más pequeños, sobre todo las galletas más duras. Suelen formar una mezcla compacta en la boca, a causa de la saliva, que puede introducirse por la tráquea. Además de aquellos trozos que no se han masticado correctamente. Mojar las galletas en leche o darle porciones más pequeñas es una buena opción para evitar problemas.