MUY DOLOROSO

Infertilidad en la pareja: Un sufrimiento psicológico silenciado

La infertilidad en las parejas es una realidad cada vez más frecuente, sin embargo, lo que todavía se desconoce o se ignora es el sufrimiento emocional que esto puede causar a una relación de pareja.

Una pareja se abrazaiStock

Paradójicamente, a veces parece que la fertilidad es algo fácil para los que no desean tener hijos y algo inalcanzable para muchos que lo desean con todas sus fuerzas. A nivel social, cada vez esperamos más tiempo para tener hijos por factores relacionados sobre todo con la elección de pareja y la estabilidad financiera. Pero la biología no perdona.

Por otro lado, el estrés es un concepto muy influyente en la infertilidad, ya que reduce la calidad y la cantidad de los espermatozoides, así como la libido, y aumenta las probabilidades de problemas de gestación.

Consecuencias de la infertilidad en pareja

La edad o el estrés son factores importantes en el tema de la fertilidad, sin embargo, no son los únicos. Existen numerosos factores que pueden influir en una situación como esta, dando lugar a una respuesta emocional de mucho malestar.

Algunas de las características de este malestar son las siguientes:

  • Sentimiento de culpa: Las parejas que se enfrentan a una situación de infertilidad sienten culpabilidad por los factores que dependen más de su persona que del azar como por ejemplo la edad o el estrés, tal y como mencionábamos antes. Pero este sentimiento de culpa se puede incrementar con gran magnitud si los problemas de infertilidad vienen por una de las partes, en vez de por las dos partes por igual.

    Por ejemplo: Si en las pruebas diagnósticas se detecta que Juan tiene problemas de infertilidad, entonces María, su pareja, al estar completamente sana y ver su sueño de ser madre afectado por estas circunstancias pude echarle la culpa a él o Juan puede sentirse cohibido y culpable por sí mismo ante la situación.

  • Autoestima: Las parejas que se encuentran ante un diagnóstico de infertilidad ven muy afectada su autoestima y su identidad porque aparecen sentimientos de inferioridad importantes.

    Por ejemplo: Pueden venir pensamientos del tipo "la naturaleza no me ha visto merecedor de la maternidad, no soy suficiente" o "soy incapaz de dejar embarazada a mi mujer, no soy válido".

  • Estado de ánimo: Cuando un objetivo vital como el de tener hijos se ve obstaculizado de esta manera, comienza un proceso de duelo muy complicado y con muchos altibajos. Cuando no tenemos el diagnóstico tenemos una gran incertidumbre y preocupación sobre lo que está pasando, cuando tenemos el diagnóstico sentimos un gran abatimiento y vemos nuestra meta cada vez más desvanecida y cuando estamos en tratamiento a nivel hormonal vivimos grandes alteraciones y, además, gran inestabilidad emocional por tener resultados cambiantes de forma constante.
  • Ansiedad: La incertidumbre y las malas noticias no solo nos afectan a nuestro estado de ánimo, sino que también nos producen ansiedad. Esta ansiedad se relaciona con las preocupaciones que puedan surgir a raíz de los pensamientos negativos relacionados con la situación.
  • Conflictos en la relación de pareja: Mientras va avanzando el proceso inicial, el de diagnóstico y el de tratamiento, se viven momentos muy vulnerables dentro de la relación de pareja. Nuestra pareja en estos momentos debe ser nuestro principal apoyo, pero al mismo tiempo, nuestra pareja también está sufriendo ante la misma situación.
  • Dificultades en las relaciones sexuales: Las relaciones sexuales se pueden volver una obsesión y, en vez de un momento de amor e intimidad en pareja, pueden llegar a convertirse en un momento únicamente de procreación alejado de cualquier gesto de cariño y de excitación natural.

    Por ejemplo cuando se mantienen relaciones sexuales en el día y la hora más fértil y se hace solo por ese motivo.

  • Inestabilidad emocional: Por todo lo que hemos comentado en este listado, la pareja se enfrenta a una situación cambiante y muy vulnerable en la que la inestabilidad emocional se incrementa exponencialmente. Por ejemplo en los momentos de implantación, hormonas o pérdidas.

En conclusión, la infertilidad en la pareja es uno de los factores que más daño psicológico nos puede generar, tanto individualmente como en la relación. Lo más irónico es que sigue existiendo una cultura en la que se esconde este tipo de información (por ejemplo cuando no se ve bien anunciar un embarazo antes de los 3 primeros meses por miedo a perder al bebé) cuando en cambio es el momento en el que más apoyo social necesitamos (no cualquier apoyo, sino un apoyo sano y coherente con las necesidades de quien sufre).