MADUREZ
Antes de darle un móvil a tu hijo, analiza si es el momento y si va a saber usarlo con responsabilidad.
Llega un momento en la crianza en el que nuestros peques (ya no tan peques, en plena preadolescencia) piden tener su propio móvil. A menudo el argumento es que "todos tienen móvil menos yo".
Habitualmente, este dilema lo solemos encontrar a partir de los 12 años de edad, que es cuando comienzan a hacer planes con amigos sin estar acompañados por adultos.
¿El móvil es un capricho o una necesidad?
Antes que nada, esta es una buena pregunta para plantearte cuando tu hijo te pida un móvil. ¿Se puede considerar más como una necesidad que pueda sumar beneficios de manera conjunta? Es decir, piensa si un móvil sería una buena forma de poder mantener el contacto y la comunicación con sus hijos.
También puede presentarse la opción de verlo más como capricho, es decir, que tu hijo o hija busque tenerlo "porque todos sus amigos tienen uno".
En estos casos, es cierto que como padres nos vemos influidos por esta idea, pues no queremos excluirles de la vida social que llevan con sus amigos.
No obstante, tenemos que ser conscientes de que hay otros métodos para mantener el contacto con las amistades, como a través de ciertos juegos o con sistemas de mensajería desde otros dispositivos como la tablet.
Identificar si es necesidad o capricho, nos hará tomar una decisión acertada en el momento más oportuno.
Cómo saber si mi hijo es suficientemente maduro para tener un móvil
Otro de los factores que puede ayudarnos a determinar si es el mejor momento para otorgar móvil o no es poder identificar el estado de madurez y responsabilidad de nuestro hijo.
Un smartphone es un dispositivo caro, que requiere de un cuidado y de un uso responsable. Por eso, es interesante considerar las siguientes preguntas para tener una idea más objetiva sobre este punto:
Con estas preguntas, podrás identificar si el grado de madurez y responsabilidad ha ido en aumento y si tu hijo realmente está haciendo esfuerzos por ser más responsable.
Un móvil no es un premio o regalo
Los regalos por naturaleza propia no se condicionan ni se limitan, es decir, como es un regalo, se entiende que ahora la otra persona podrá determinar y definir el uso, la forma, la frecuencia y cualquier cantidad de decisiones con respecto al obsequio.
En este caso, es más recomendable para los padres que empiecen prestando un móvil que haya sido primero de ellos (mamá o papá). De esta forma, se puede ir valorando la responsabilidad y cuidado que el hijo tiene del dispositivo.
Predica con el ejemplo
Se dice fácil, pero en la práctica no lo es. Tendremos que comenzar siendo muy conscientes de que nuestras actitudes hablan más que nuestras palabras.
Si le pedimos a los hijos que convivan y conecten más con la familia y dejen a un lado el móvil, nosotros también tendremos que esforzarnos para llevarlo a cabo y dar ejemplo.
Las normas claras, bien estipuladas y comentadas con antelación serán clave importante para esta nueva etapa. Si es posible, debemos llegar a acuerdos por las dos partes, para intentar que el uso y las normas sean algo cooperativo y no una imposición.
Las normas en relación a los móviles deberían incluir:
Si lo comentamos con anticipación, será mucho más probable que se lleve a cabo de una forma más efectiva.
Nos encantaría que nos marcaran una "edad ideal", pero la realidad es que no existe una como tal. Cada familia debe valorarlo de acuerdo a los aspectos vistos con anterioridad.
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