Si nos encontramos con una herida abierta que supura no es recomendable bañarse en una playa o piscina. Aquí están las razones principales:
- Riesgo de infección: Las heridas que están abiertas y supurando son más susceptibles a infecciones. Es cierto que las piscinas, aunque estén tratadas con cloro, podrían contener bacterias y otros microorganismos, al igual que las aguas de playa.
- Propagación de bacterias: Si la herida se encuentra infectada, se podrían propagar bacterias a otras personas que se bañaran en la piscina, sobre todo si es compartida.
- Retraso en la cicatrización: El proceso de renovación de la piel se podría ver ralentizado si la herida está en contacto con este tipo de aguas, especialmente agua que puede no estar completamente limpia. Además, la sal del agua del mar y el cloro de las piscinas también pueden irritar la herida y retrasar su cicatrización.
Para promover la curación de la herida, es mejor mantenerla limpia y seca, y cubrirla adecuadamente, además de usar productos desinfectantes que nombraremos más adelante.
¿Cómo saber si tenemos una herida infectada?
Todas las heridas son susceptibles a infectarse, por si acaso siempre lavaremos bien con agua y jabón y utilizaremos alguno de los antisépticos comercializados actualmente.
Los signos más frecuentes que una herida podría estar infectada son:
- Aumento del dolor o sensibilidad en la zona.
- Sensación de calor en la zona afectada.
- Inflamación.
- Enrojecimiento alrededor de la herida que va en aumento.
- Fiebre o malestar.
Cuando la herida está infectada, solemos requerir el uso de un antibiótico, normalmente en forma de crema, para aplicarlo de forma tópica y local. Si ya está muy avanzada la infección, deberemos administrar antibiótico por vía oral.
Tipos de antisépticos para curar heridas
- Alcohol: Es el antiséptico más antiguo con acción bactericida rápida, pero no tiene efecto residual, su uso prolongado produce irritación y sequedad de la piel. No debe utilizarse sobre heridas abiertas porque irrita el tejido. Hoy en día se emplea para la desinfección de utensilios o para la piel sana antes de la administración de una inyección.
- Clorhexidina: Se trata de un antiséptico de amplio espectro en formato acuoso transparente. Su acción es rápida y comienza a los 15-30 segundos de su aplicación y permanece activa hasta 6 horas después de su uso. La clorhexidina hoy en día se usa casi como primera elección como antiséptico de heridas e incluso en el ombligo en recién nacidos.
- Povidona yodada: Es un antiséptico líquido que contiene yodo en su composición, es de color marrón-pardo característico. Su acción comienza a los 3 minutos tras la administración y permanece de forma residual hasta 3 horas en la piel. Tiene un inconveniente fundamental ya que puede crear una película en la piel y mancha bastante, al ser de color oscuro no permitirá observar la evolución de la herida, pero si es cierto que seca bien las heridas y ayuda a cicatrizar los tejidos dañados.
- Agua de oxigenada (peróxido de hidrógeno): Actúa como antiséptico y desinfectante de uso externo de corta duración. El agua oxigenada en contacto con algunas sustancias, que tenemos en la piel y tejidos, se descompone liberando oxígeno, produciendo el burbujeo característico. Su acción es bastante corta, por lo que hoy en día no se aconseja como antiséptico único para la desinfección de una herida.