Llega la temporada de pies al aire
Saber cómo prevenir las ampollas en los pies, qué hacer cuando salen, más allá de si es primavera o verano, es todo un reto. Casi una ciencia. De hecho, para mucha gente el buen tiempo es sinónimo de heridas en los pies, rozaduras, durezas, ampollas, tiritas… un cuadro que se ve ahora que todos vamos en sandalias.
Más allá de reconocer que el calzado de verano no es el mejor del mundo, no es el que más favorece, ni el que más protege nuestros pies, vamos a intentar evitar las ampollas con algunos consejos profesionales, y ciertos trucos caseros.
Lesiones con el cambio de calzado
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid recuerda la importancia de no descuidar los pies a la hora de elegir el calzado de verano, ya que al utilizar este tipo de zapatos se incrementa el riesgo de sufrir lesiones. Y es que dejar el zapato cerrado, con calcetines, botas, seguro, firme, cómodo… para pasar a un calzado más liviano, más abierto, sin calcetines… Y claro, el sudor y los roces hacen su trabajo.
Y es que esta liberación del pie es buena pero no siempre es la mejor, al menos hay que hacerlo adecuadamente según nos recomienda el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, ya que pasar de forma brusca de tener el pie sujeto a llevarlo totalmente libre es perjudicial para nuestro tobillo. Sin olvidar que el uso de chanclas muy continuado puede producir artrosis, juanetes o tendinitis.
Trucos para evitar las ampollas en los pies:
-hidratar constantemente, desde ya. Puedes introducir los pies untados en crema en calcetines de algodón
-puedes darte vaselina en los dedos y laterales para evitar los roces antes de calzarte
-puedes hidratar y aplicar esa misma vaselina al interior del calzado, que si es de piel la absorberá y evitarás el roce
-debes intentar evitar el calzado de plástico, no sólo por tus rozaduras sino también por tu transpiración
-puedes llevar deportivas con calcetines las 24 horas del día y vivir la vida feliz
-también puedes darte a la vida hippy y dejar el calzado en casa y andar descalzo, aunque en la ciudad y con el asfalto… igual mejor no
-puedes hacerte con los famosos ‘pinkis’, bien para cubrir los dedos, bien para cubrir sólo el perfil
-puedes intentar ampliar el calzado, medio número, que puede darte la holgura suficiente para intentar evitar las rozaduras
-si estás de caminata, Camino de Santiago, montaña, ruta por la selva, y te han salido ampollas, coserlas es un remedio sencillo y muy efectivo. Pinchas, metes una aguja con hilo, y haces un nudo. Evitas que se infecte y puedes seguir caminando.
-puedes darte por vencida, y llevar mil tiritas en el bolso…Cómo debe ser el calzado de verano perfecto
Según el podólogo Juan Antonio Rodríguez, "El pie siempre tiene que ir lo más sujeto posible para mantener una alineamiento osteoarticular correcta y de esta manera prevenir futuras lesiones. En época estival, hay mayor afluencia de pacientes en consulta con problemas derivados de un mal calzado típicos de verano, como por ejemplo chanclas o zapatillas de verano”, afirma.
Rodríguez es claro: “Un calzado adecuado debe llevar una suela consistente de densidad y grosor medio, que no sea excesivamente dura ni blanda, que pueda absorber los impactos del suelo pero que a la vez el pie pueda realizar el despegue sin mucho sobreesfuerzo”, comenta."El contrafuerte (la parte posterior del calzado) debe ser semi rígido para mantener el talón lo más recto posible y controlar que varice o valguice en exceso. La horma del calzado tiene que tener el ancho suficiente para albergar al pie sin que reciba presiones excesivas”, explica.
“La longitud del calzado en adultos tiene que tener 0.5/1 cm mayor que el tamaño de su pie y en niños hasta el 1,5 cm para favorecer el crecimiento del mismo. Se recomienda que el calzado sea de piel o similares, para favorecer la transpiración del pie. En consulta personalizamos el calzado que mejor se ajusta a las necesidades del usuario”, explica el podólogo.