PRÁCTICA SALUDABLE

Harvard confirma que caminar también adelgaza

Los resultados del estudio demuestran que incluyendo esta rutina a nuestro día a día podemos perder grasa, siempre y cuando sigamos unas pautas recomendadas. Cambiar el modo en el que caminamos o agregar peso son algunas de las sugerencias para las que podemos adelgazar, aunque también resulta beneficioso para otros aspectos.

La escuela de medicina de la prestigiosa Universidad de Harvard, Harvard Medical School, afirmó tras un estudio que caminar no solo es sano para el cuerpo, sino que además nos puede ayudar a adelgazar. Los resultados se extrajeron tras testar cuántas calorías puede perder una persona si realiza determinados deportes por un período de 30 minutos.

Los datos son claros. Se estima que una persona con un peso aproximado de unos 57 kilos puede perder 107 kcal, mientras que alguien que pesa 70 kg puede adelgazar 133 kcal y una persona con 84 kg, hasta 156 kcal.

Pero para que esta práctica sea realmente eficaz en la quema de grasa, es necesario aplicar una serie de consejos. La propia Universidad de Harvard ha compartido una guía con diferentes trucos que debemos poner en práctica para perder las calorías prometidas.

Cómo puedo adelgazar caminando

La quema de grasa puede ser más efectiva si sales a hacerlo justo después de cenar. Eso ayudará a que tu cuerpo haga mejor la digestión, siendo menos pesada y disminuyendo los niveles de glucosa en sangre, por lo que esta no se almacenará en forma de grasa. Incluir más peso en tu cuerpo -un 15% más- también contribuirá a reducir calorías, con pesas en los tobillos, por ejemplo.

Siguiendo el hilo a la anterior sugerencia, los expertos también recomiendan aumentar el ritmo de la travesía, para que el esfuerzo que hagamos sea mayor y podamos quemar más calorías. Algo que también puede incrementar la eficacia es caminar cuesta arriba, ayudando a reducirlas un 13% más.

Por último, los expertos también aconsejan hacer ejercicio más allá de solo caminar, complementando la rutina con algunos ejercicios de resistencia. De esta forma no solo perdemos grasa corporal, sino que fortalecemos y aumentamos la masa muscular, fundamental para el cuerpo.

¿Qué beneficios nos aporta caminar?

A banda de constatar que "caminar puede tener un mayor impacto en las enfermedades de riesgo y en otras condiciones de salud que cualquier otro remedio", en otro de los artículos de la Escuela de Medicina se destacaron hasta 5 beneficios de esta práctica.

Actúa contra la obesidad

Concretamente, contrarresta los efectos de los genes que favorecen su aparición. Tras un estudio efectuado a 12.000 personas, concluyeron que los que caminaban durante una hora diaria a paso ligero, redujeron el efecto de algunos de los genes causantes a la mitad.

Reduce los antojos dulces

Según la Universidad de Exeter, si paseamos durante 15 minutos, esto puede ayudarnos a moderar el antojo de chocolate, especialmente en las situaciones en las que lo ingerimos por estrés. También se ha confirmado el mismo efecto en otros productos azucarados.

Menor riesgo de padecer cáncer de mama

La Sociedad Americana contra el Cáncer ha fortalecido la idea de que el ejercicio ayuda a reducir las probabilidades de sufrir cáncer de mama. Tras un estudio, se descubrió que las mujeres que caminaban siete o más horas a la semana, reducían un 14% el resigo de padecer cáncer de mama -incluso las que contaban con factores de riesgo- comparado con las que lo hacían 3 horas o menos.

Alivia el dolor articular

Especialmente el generado por la artritis. Caminar ejercita las rodillas y las caderas, además de fortalecer los músculos que las componen. Los estudios destacan que hacer entre ocho y diez kilómetros a la semana protege las articulaciones y ayuda a prevenir la aparición de patologías como la artrosis.

Mejor sistema inmunitario

Caminando al menos 20 minutos diarios durante 5 días a la semana podemos llegar a reducir considerablemente las probabilidades de contraer gripes y resfriados. Así lo demuestra un estudio con 1.000 sujetos, en el cual los que llevaban a cabo la práctica tenían un 43% de días de baja por enfermedad. Además, si caían enfermos, superaban antes el virus y padecían síntomas menos fuertes.