CONSEJO

Si guardas el pijama bajo la almohada, deberías de saber esto

El pijama es una prenda que usamos en nuestro día a día, por lo que debemos mantener la higiene del mismo y guardarlo en un sitio que no esté expuesto a bacterias. Muchas personas tenemos la costumbre de guardarlo debajo de la almohada cuando nos vestimos por la mañana, pero este hábito no es adecuado, ya que puede dar lugar a la acumulación de bacterias y así llegar a generar problemas de salud.

El pijama es una prenda que nos acompaña en nuestro momento de descanso. Siempre nos ponemos cómodos para irnos a dormir, ya sea un conjunto de camiseta y pantalón, o una simple camiseta vieja, a lo que pocos se resisten a su comodidad a la hora de dormir. Una de las costumbres más comunes es guardarlo bajo la almohada después de quitárnoslo por la mañana, un hábito que no está bien hecho.

Pijama bajo la almohada | NovaMás

Si eres de los que guarda el pijama debajo de la almohada por las mañanas, ten cuidado. Aunque es una práctica común, hay un paso que no debes saltarte para evitar malos olores y la proliferación de bacterias.

El pijama absorbe sudor, aceites corporales y células muertas de la piel durante la noche, por lo que si lo guardamos directamente debajo de la almohada sin airearlo, creamos un ambiente cálido y húmedo que puede reproducir bacterias y ácaros.

Esta práctica esconde un hábito poco higiénico que se pasa por alto. Aunque lo ideal es tener nuestra ropa de dormir a mano para la siguiente noche, esto puede traer consecuencias negativas como la humedad y el calor corporal que se acumulan en el pijama durante la noche.

Al guardarlo sin ventilarlo, creamos un ambiente lleno de bacterias y ácaros que causan malos olores y que también pueden desencadenar problemas respiratorios y alergias en personas sensibles.

Además, el sudor y las células muertas de la piel se desprenden y quedan impregnadas en el pijama, y si lo guardamos bajo la almohada, estas partículas se transfieren a la misma. Esto puede afectar la calidad del sueño y, en algunos casos, incluso provocar irritaciones en la piel.

Pijama | Pexels

Para evitar esto y mantener una buena higiene del sueño, es fundamental cambiar la forma en que lo guardamos. Lo más apropiado tras quitártelo por la mañana es dejarlo aireando durante un rato mientras realizamos nuestra rutina mañanera. De este modo, la humedad se disipará y el pijama estará listo para ser guardado sin riesgo de generar malos olores.

De la misma forma, debemos dejar que las sábanas ventilen unos minutos antes de hacer la cama. Otra opción es colgarlo detrás de la puerta, aunque de esta manera estará más expuesto al polvo.

Además, debemos de lavar el pijama con frecuencia, ya que pasamos muchas horas con él y cuando dormimos solemos sudar, por lo que es recomendable cambiarlo cada cinco días, aunque si sudas mucho es mejor cambiarlo con más frecuencia.