AHORRA EN LA FACTURA A FINAL DE MES

El gran truco del papel de aluminio para ahorrar calefacción

Descubre un truco con papel de aluminio para multiplicar el calor de tu calefacción, que en todas las habitaciones se pueda disfrutar de una temperatura idónea y que la factura del gas o de luz a final de mes no te deje con la boca abierta. En este artículo te explicamos cómo hacerlo.

Primer plano de una mano subiendo al temperatura de un radiadorPexels

En invierno, cuando atraviesas el umbral de la puerta de tu casa, te gusta disfrutar del calor hogareño, notar que la calefacción está encendida, que la temperatura de casa es agradable y que no hace falta que vayas cubierto con varias capas de ropa.

Lograr esta sensación es relativamente sencillo con los electrodomésticos que actualmente podemos encontrar en el mercado, prácticamente todos los radiadores, sean portátiles o fijos, estén conectados a la electricidad mediante un enchufe o sean parte de la calefacción central, tienen la posibilidad de ser programados.

Sin embargo, hacerse cargo de las facturas de los suministros cada mes cuesta más esfuerzo y cuando llega la temporada de invierno nos lo pensamos mucho a la hora de encender la calefacción y subir el termostato para conseguir una temperatura agradable.

Si no puedes permitirte pagar facturas desorbitadas, pero tampoco quieres vivir en una nevera, compartimos un truco con papel de aluminio para multiplicar el calor de tu calefacción y subir la temperatura de tu hogar sin que suba la factura.

El papel de aluminio multiplica el calor de la calefacción

En la web de Papel Albal han publicado un truco fantástico para multiplicar la eficiencia energética de tu hogar utilizando el papel de aluminio.

¿Qué necesito?

Un cartón grande -en estas fechas quizá te resulte más sencillo encontrar un trozo de cartón, siempre puedes darle una segunda vida a una caja de cualquier paquete de Navidad- y papel de aluminio.

¿Qué debo hacer?

Solo debes recortar un trozo de cartón de un tamaño similar al de la resistencia de la calefacción -y si es un poco más grande mejor que mejor- y forrar una de sus caras con papel de aluminio por la parte brillante, de manera que quede todo el cartón completamente cubierto de este material como si de un espejo se tratase.

¿Dónde lo coloco?

Una vez que tengas preparado el cartón forrado, debes colocarlo en la parte posterior del radiador, a pocos centímetros de la resistencia. Fija el cartón con cinta adhesiva a la pared a la que esté collado, de manera que sobresalga un poco del radiador; es decir, que queden unos 5 centímetros de margen por la parte superior y por los laterales.

¿Cómo funciona?

Es muy sencillo, el cartón forrado de papel de aluminio evita que la pared absorba el calor y, además, lo hace rebotar hacia el lado opuesto de la habitación; es decir, una de las propiedades del papel de aluminio es repeler la calor -por la parte brillante-, por lo que refleja el calor a otros sitios de la habitación en la que se encuentra el radiador.

El calor se dirigirá a otras partes de la habitación, se distribuirá de forma más homogénea y tendrás una sensación de mayor calidez en toda la estancia sin tocar un grado del termostato.

Todo son ventajas

El radiador será más eficiente sin necesidad de aumentar el gasto, lo cual, sin duda, repercutirá positivamente en tu bolsillo y evitará que el frío te deje helado y la cuenta bancaria bajo mínimos.

Pruébalo en todos los radiadores de la casa y verás cómo las estancias más pequeñas alcanzan una temperatura agradable con menos potencia y menos grados, y las estancias grandes se calentarán mucho más rápido y la sensación de bienestar será generalizada.

Es posible que en según qué zonas del hogar, no sea necesario encender el radiador porque el calor les llegará rebotado de otros -si tienes un radiador en el distribuidor de las habitaciones, por ejemplo-.