Los traumatismos craneales son muy frecuentes en la infancia, pero la mayoría de ellos son golpes banales y sin complicaciones.
Dependiendo de algunos factores del niño o del traumatismo, podemos esperar que se produzcan algunas lesiones intracraneales con más frecuencia.
Factores de riesgo para un traumatismo grave
Los golpes en la cabeza siempre nos alarman. Los casos más graves son:
- En niños menores de 1 año por caídas desde el cambiador, la trona o sillita, por ejemplo.
- Altura de la caída superior a 1 metro.
- Impactos de alta energía: tráfico, atropello, bicicletas...
- Golpes en los laterales de la cabeza: Al contrario de lo que se piensa, los huesos parietales son más finos que en la frente y, además, por debajo transcurren gran cantidad de vasos que pueden sangrar en caso de fractura.
Motivos de alarma para consultar en urgencias tras un golpe
La mayoría de los golpes que se producen nuestros hijos suelen ser leves. No obstante, hay que prestar atención a las señales de alarma que pueden significar ciertas complicaciones:
- Si hay pérdida de consciencia tras el traumatismo (alta probabilidad de daño cerebral si dura más de 1 minuto).
- Si el niño comienza con vómitos tras la caída.
- Somnolencia excesiva o poca respuesta a estímulos (dificultad para despertar).
- Aparición de sangre o líquido por nariz u oídos.
- Convulsiones
- Si hay herida abierta que requiera sutura.
- Dolor de cabeza persistente que no calma con los analgésicos habituales
- Síntomas neurológicos: visión borrosa, alteración de la marcha, alteración del habla, movimientos incoordinados…
En urgencias se realizará una exploración física completa y, según los hallazgos y las características del traumatismo, se realizará una prueba de imagen para descartar complicaciones intracraneales.
La radiografía de cráneo prácticamente está en desus,o puesto que sólo podría identificar fracturas óseas sin dar ninguna información acerca de un posible daño cerebral.
La prueba de elección es un TAC cerebral pero no es una prueba inocua, puesto que supone mucha irradiación. El pediatra sólo la indicará cuando haya una alta sospecha de complicaciones intracraneales.
Complicaciones intracraneales
En los casos más graves, las complicaciones que podemos encontrar son:
- Daño cerebral primario: Son las lesiones producidas por el propio golpe o por las fuerzas de aceleración y desaceleración. Son daños escasamente modificables por la actuación médica.
- Si se produce una aceleración lineal lateral (de lado a lado) predominan los hematomas y hemorragias cerebrales.
- Si se produce una aceleración lineal fronto-occipital (de delante a atrás o viceversa) se producen principalmente lesiones de las estructuras profundas (daño axonal difuso).
- Síndrome del bebé zarandeado: lesiones desencadenadas al agitar al bebé de delante a atrás sin golpearlo (en casos de maltrato) produciendo hemorragias retinianas y cerebrales difusas.
- Daño cerebral secundario: Se produce en las horas siguientes al traumatismo, debido a la alteración del flujo sanguíneo cerebral, hipotensión, infartos...puede ser reversible con un adecuado manejo terapeútico.
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