ALTAS TEMPERATURAS

Golpe de calor: Cómo identificarlo

En plena ola de calor hay que estar alerta y cuidar de nuestra salud.

Golpe de caloriStock

España se encuentra en la primera ola de calor del verano, cuando ni siquiera ha comenzado oficialmente esta estación del año. Alrededor de 20 provincias están actualmente en alerta naranja por temperaturas que pueden llegar a alcanzar los 43 grados.

Este exceso de calor puede suponer un peligro para la salud, sobre todo para aquellas personas que tienen enfermedades crónicas o que son más delicadas. Por eso hay que estar alerta y protegerse.

En general, cuando nos exponemos a altas temperaturas durante muchas horas, nuestro cuerpo se deshidrata y nos sentimos más cansados, por lo quees vital acordarse de beber agua con frecuencia.

Pero, en los peores casos, podemos sufrir un golpe de calor, un trastorno que requiere atención médica para que no termine teniendo consecuencias graves.

Cómo identificar un golpe de calor

Los golpes de calor suceden cuando un individuo está sometido a altas temperaturas ambientales y su cuerpo falla a la hora de regular su propia temperatura.

Cuando esto ocurre, la temperatura corporal sube por encima del baremo que se considera normal: desde 36,1º hasta 37,2º. Y esto puede provocar consecuencias muy graves, como un fallo multiorgánico o la muerte.

Síntomas

Para identificar un golpe de calor es muy importante saber cuáles son sus primeros síntomas. A continuación te explicamos los que recogen en el portal de salud de la Generalitat de Catalunya:

  • Elevación de la temperatura corporal por encima de los 40º.
  • Sensación de agotamiento, sudoración excesiva, hiperventilación y cambios en el pulso.
  • Deshidratación, que se manifiesta con síntomas como el dolor de cabeza, boca seca, agotamiento, dificultad de concentración, ardor de estómago y taquicardia.
  • Rampas, dolores y espasmos musculares si la persona se encuentra haciendo una actividad física en un entorno muy caluroso.
  • Irritación de la piel, causada por el exceso de sudoración, y erupciones cutáneas.

Si la situación empeora, pueden darse náuseas, vómitos, diarrea, delirios y pérdida de conocimiento.

Cómo actuar

Si nos encontramos con una persona que podría estar padeciendo un golpe de calor, lo primero que debemos hacer es llamar al 112 y ponerla en manos de profesionales.

Pero, mientras se espera la intervención de los sanitarios, podemos actuar de la siguiente manera:

  • Llevar a la persona a la sombra o a algún lugar más fresco y colocarla de forma que esté medianamente incorporada para facilitar su respiración.
  • Hidratarla dándole agua.
  • Refrescarla quitándole ropa, abanicándola o mojándole la frente, la nuca y las muñecas con agua muy fría.

Prevención

Para evitar que nuestro cuerpo sufra un golpe de calor, debemos tener en cuenta diversas precauciones, sobre todo durante el día.

  • En casa podemos bajar las persianas para evitar que entre el sol directamente. También nos ayudará abrir las ventanas, para ventilar, a primera hora de la mañana y durante la noche. Y también debemos procurar utilizar el aire acondicionado o el ventilador.
  • En la calle, debemos evitar las zonas soleadas, llevar sombrero, vestir con ropa de colores claros, ancha y ligera. A poder ser, organizarnos la agenda para no salir en las horas del mediodía y no hacer actividades físicas.
  • Debemos estar siempre bien hidratados: beber agua muy a menudo, aunque no tengamos sed (aproximadamente cada 20 minutos). Evitar bebidas alcohólicas, ya que empeoran la deshidratación.
  • Comer ligero y alimentos que nos ayuden a recuperar las sales que perdemos con el sudor. Las ensaladas y la fruta son las mejores opciones. Evitar comidas muy calientes o calóricas.